CDMX.- ¡Es un día de fiesta en el deporte de nuestro país! Sergio Pérez terminó tercero en el Gran Premio de la Ciudad de México y es el primer mexicano que se sube al podio en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Un resultado histórico para Checo, que superó el cuarto lugar de Pedro Rodríguez en 1968, cuando aún se le conocía como el circuito de la Magdalena Mixhuca. El mexicano dio una exhibición de gestión de neumáticos y velocidad para conseguir su quinto podio de la temporada y el más especial, al ser frente a más de 100 mil de sus compatriotas, eufóricos por ver su hazaña.
El festejo de Red Bull fue redondo: Max Verstappen ganó la carrera con comodidad, lograron el 1-3 y Lewis Hamilton tuvo un día amargo, al ser incapaz de generarle peligro al neerlandés y de sufrir la amenaza de Pérez en prácticamente toda la carrera.
Pesadilla total para Mercedes, cuya carrera se le complicó cuando Valtteri Bottas sufrió un trompo en el inicio y del que no pudo recuperarse. El pole man no pudo brillar y solo le arrebató el punto de vuelta rápida a Verstappen, que no sumó al no meterse dentro de los diez primeros lugares.
Pese a una clasificación complicada, los Red Bull tuvieron su revancha y lograron un resultado que, a la larga, puede ser decisivo para los campeonatos de pilotos y constructores, al aumentar la diferencia de Mad Max a 29 puntos (312.5 contra 293.5), además de que Red Bull se colocó a un solo punto detrás de Mercedes (278.5).
Territorio Red Bull
Fue un inicio emocionante, luego de que Max Verstappen asaltó el liderato antes del complejo Moisés Solana, al irse por fuera y sorprender a los Mercedes; el inicio fue problemático y Valtteri Bottas sufrió un trompo por un toque con Daniel Ricciardo, mientras que Mick Schumacher y Yuki Tsunoda abandonaron tras impactar con Esteban Ocon, por lo que todos los autos se colocaron detrás del safety car hasta la cuarta vuelta.
Verstappen recuperó ese ritmo de las prácticas libres y se despegó de Hamilton por la punta: la diferencia, que comenzó de poco más de dos segundos, aumentó a casi seis segundos, mientras que Checo redujo la diferencia con el británico a 1.9 segundos por el segundo lugar.
El tren del podio se alejó, al punto de que Pierre Gasly, en la cuarta posición, se encontraba a 20 segundos del piloto mexicano. La presión sobre Hamilton era mucha: Mad Max ya estaba con una ventaja de 8.5 segundos y Pérez ya le pisaba los talones tras el primer tercio de la carrera. “Estos chicos son muy rápidos para nosotros”, reconoció Lewis a través de su radio en la vuelta 25. “No me puedo alejar”.
Con el desgaste de sus neumáticos, Hamilton se vio obligado a parar a boxes y cambiar por neumáticos duros, situación que fue aprovechada por Sergio Pérez para subir al segundo lugar provisional. Para la vuelta 34, Verstappen aprovechó su ventaja de 34 segundos sobre Hamilton y cambió compuestos, con lo que bajó al segundo puesto y le cedió el liderato al mexicano.
Checo pasó a pits a la vuelta 41 y el equipo de mecánicos se comportó a la altura, con una parada de tan solo 2.3 segundos Gracias a ese buen trabajo en boxes, el tapatío solo bajó a la tercera posición. Con compuestos nuevos, Pérez logró récord de vuelta en la rotación 43 (1:19.659).
La tendencia volvió a repetirse: Verstappen sacó otra ventaja sobre Hamilton y Sergio redujo la diferencia por el segundo lugar, para los nervios de Mercedes. La presión del mexicano fue tal, que rompió su propio récord en la vuelta 50 (1:19.468) y la diferencia pasó de siete a cinco segundos.
Sin tráfico por enfrente y la confianza por el trabajo de Checo en la presión sobre Hamilton, Verstappen rompió el récord de vuelta (1:18.999) en la 53. Pérez no dejó de presionar y estuvo cerca del segundo lugar. El mexicano terminó tercero y escribió su historia en los libros de historia.