PUEBLA.- Después de prácticamente 17 horas de viaje, el Valencia Club de Futbol por fin arribó a la capital camotera previo al encuentro amistoso de la fecha FIFA.
Exhaustos por el traslado, desde la capital del Turia, hasta el aeropuerto internacional Felipe Ángeles de la Ciudad de México y posteriormente el equipo se trasladó vía terrestre hasta la sede del encuentro.
Los rostros de los futbolistas estuvieron marcados por el cansancio. El primero en bajar de los dos camiones en los que se trasladó la indumentaria, el staff y los protagonistas fue Rubén Baraja. El Pipo, notablemente pulverizado, se limitó a saludar a los medios de comunicación que estaban presentes, pues ningún aficionado naranjero o poblano se acercó al hotel de concentración.
Atrás de él, los futbolistas comenzaron a descender. Dimitri Foulquier fue el primero de los que se dejó ver. Continuaron el recorrido Luis Rioja, German Valera, Dani Gómez y un concentrado Enzo Barrenechea.
Los juveniles también descendieron. Ro Abajas, Rubén Iranzo, Martín Tejón, Luis Romero y Vicent Abril se vieron sonrientes ante sus primeros pasos internacionales con el cuadro español.
Más serio, César Tárrega, Fran Pérez, Yarek y Sergi Canós Tenés entraron al hotel de concentración sin ningún gesto, incluso, varios con la capucha de la sudadera puesta y sin saludar a nadie.
De un momento a otro, el capitán Pepelu bajó y saludó a todos, mismo caso de André Almeida. Tanto el español, como el portugués se notaron demolidos por el traslado, pero no impidió el saludo. Maximiliano Caufriez fue de los últimos junto a Thierry Correia, quienes ingresaron solitarios, posterior al staff.
Así llegó el Valencia Club de Futbol a Puebla, con cansancio, pero con la ambición de representar de la mejor forma a su tierra, una que está ansiosa de alegría por el mal inicio de torneo que tuvieron en el campeonato ibérico.
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