ACAPULCO. – Presuntos sicarios de un grupo criminal incendiaron un autobús de pasajeros en Acapulco, durante otra jornada más de violencia desatada en el puerto turístico de Guerrero.
De acuerdo con los reportes, civiles armados acudieron hasta la terminal de la ruta Costera, de donde robaron el camión y lo condujeron hasta calles del fraccionamiento las Playas. En ese lugar rociaron el vehículo con gasolina y le prendieron fuego alrededor de las 12:50 horas de este 7 de octubre.
No se reportaron víctimas mortales, salvo el incendio total del autobús que fue estacionado en la avenida Flamingos. Bomberos municipales acudieron para sofocar las llamas y la escena quedó bajo resguardo de personal militar y agentes ministeriales.
Supuestamente, el siniestro fue provocado por integrantes del Cártel Independiente de Acapulco en represalia por la negativa o falta del pago de cuotas ilegales conocidas como cobro de piso.
Según informes locales, con el ataque en el fraccionamiento las Playas sumaron tres incendios de vehículos en menos de 24 horas en distintos puntos del puerto, presuntamente, todos fueron provocados por el crimen organizado.
Alrededor de las 20:00 horas de este 6 de octubre reciente, fue localizado un auto en llamas sobre la carretera nacional Acapulco México, en la colonia 20 de noviembre. Hora y media más tarde otro vehículo se consumió sobre la calle Venustiano Carranza de la colonia Francisco Villa.
En ninguno de los tres casos hubo detenciones ni se reportaron sospechosos, salvo el grupo de hombres armados durante el medio día de este jueves.
Luego de los hechos en Acapulco, la Fiscalía General del Estado de Guerrero no ha emitido ningún informe al respecto para esclarecer si, en efecto, se trata de acciones coordinadas para la desestabilización social por parte de criminales. Aunque finalmente, la población ha vuelto al contexto de inseguridad una vez más.
El puerto ha sido presa constante de olas violentas en las últimas décadas, donde grupos criminales se disputan la plaza porque la bahía es utilizada para la recepción de drogas provenientes de Sudamérica. Aunque también se ha aprovechado para la extracción de rentas a pequeños y medianos empresarios que viven de la industria turística, a quienes cobran cuotas ilegales.
Uno de los eventos que recordó el ambiente de criminalidad en Acapulco ocurrió la semana pasada, cuando tres hombres irrumpieron en la icónica discoteca Baby’O, amagaron al guardia, rociaron el lugar con combustible líquido y le prendieron fuego.
Las investigaciones continúan sin hallazgos notables, así lo ha dado a conocer uno de los socios del lugar, Eduardo Césarman, quien hasta ahora mantiene su declaración de que el crimen no estuvo motivado por el cobro de piso que sufre la joya turística.
Luego de la difusión de un video donde se aprecia cómo fue provocado el incendio, analistas advirtieron que posiblemente el ataque al Baby’O —que ocurrió al tiempo de la toma de protesta de la alcaldesa morenista, Abelina López— sería una advertencia generalizada a las autoridades entrantes.
En ese sentido, la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López, ha expresado que el incendio se trata de un hecho aislado de violencia y rechazó que se tratara de un mensaje a su administración.
Todavía las autoridades no determinan qué y quiénes pudieron haber generado el incendio. Los daños fueron todos materiales, tampoco hubo muertos y el sitio quedó bajo pérdida total.
En el puerto guerrerense de Acapulco operaban los Beltrán Leyva, asociados al Cártel de Sinaloa, pero tras la ruptura entre facciones en 2008, predominaron numerosos grupos disidentes entre 2010 y 2011, uno de ellos fue precisamente el Cártel Independiente de Acapulco.
Otras células remanentes buscan el control de la plaza y parte de esa narcoviolencia se refleja en incendios, balaceras, homicidios, descuartizados y una suma de eventos que mantienen en vilo a la población, a merced de ser víctimas en cualquier momento.
Con iinformación de Infobae