Rumbo a gobierno de Trump, México y EU afinan cooperación en seguridad aérea

por El Sureste
Decenas de pilotos mexicanos y estadunidenses participaron, entre el 13 y 14 de noviembre, en el programa Amalgam Eagle.

Ciudad de México. En medio de las tensiones por la próxima llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, las fuerzas aéreas de México y Estados Unidos mantienen aceitada la relación bilateral en materia de seguridad, con ejercicios binacionales para una actuación conjunta ante amenazas, incluidos posibles atentados terroristas.

Decenas de pilotos mexicanos y estadunidenses participaron, entre el 13 y 14 de noviembre, en el programa Amalgam Eagle, diseñado específicamente para que ambos países estén preparados para alguna amenaza, incluido el tráfico ilegal y los incidentes mecánicos.

El ejercicio constó de cuatro escenarios que pusieron a los pilotos en situaciones donde tienen que actuar con precisión a miles de metros de altura en el aire.

Ejercicio 1

Por ejemplo, se simuló que una aeronave que salió de Saltillo, Coahuila, con rumbo a Coahuila, Coahuila, pero cambió su ruta hacia Estados Unidos, tras lo cual fue interceptada por aviones mexicanos y entregada en el aire a aeronaves estadunidenses, que escoltaron la aeronave hasta un aeródromo en Houston, Texas.

“Nos aseguramos de que la aeronave está bien, que no hay una emergencia, nos aseguramos de que tenemos buenas comunicaciones con ellos y los llevamos de forma segura a tierra”, dijo a Jacob Vaughn, piloto Guardia Nacional de Estados Unidos, quien participó en el ejercicio.

Este tipo de interceptaciones son parte del entrenamiento continuo de los pilotos, quienes explican que una situación usual es que la aeronave sospechosa haya perdido comunicaciones por radio.

“Podría ser un vuelo ilegal, que no estén comunicándose a propósito o también podrían estar intentando comunicarse y no pueden, por un fallo del sistema, así que lo que hacemos es lo mejor para mantener comunicación”, explica Trent Meisel, piloto Guardia Nacional de Estados Unidos.

Pero todo comenzó en México, donde normalmente y a través de radares, las autoridades aeronáuticas detectan trazas o aeronaves ilícitas, a veces incluso antes de entrar a territorio mexicano.

Entonces se avisa a las unidades destacadas sobre la aeronave que está por entrar para realizar la interceptación.

“En este caso los interceptores es seguir indicaciones directas por parte de la defensa, ellos les dicen hacia dónde van a encontrar la aeronave ilícita”, explicó a MILENIO el Capitán Segundo de Fuerza Aérea, piloto aviador, David Miguel Pérez.

Escenario 2

En el otro escenario, una aeronave que despegó de La Paz, Baja California, apagó su transpondedor, o equipo de comunicaciones, por lo que fue interceptada antes de entrar a territorio estadunidense.

Escenario 3

En un tercer ejercicio, una aeronave que iba a viajar dentro del territorio estadunidense cambió su ruta hacia México, por lo que fue escoltada por aeronaves de Estados Unidos a México y finalmente hacia Monterrey, Nuevo León.

Escenario 4

En Tijuana, Baja California, el escenario constó de un incidente en el aire del piloto, quien tras salir desde México tuvo varios cambios de curso pero finalmente se estrelló, por lo que además de la coordinación para dar seguimiento a la aeronave, se inicia un protocolo de rescate y búsqueda.

“Es importante porque se hace partícipe a todas las dependencias de ambos países, sabemos a quién recurrir, sabemos cómo conducirnos, reforzamos los procedimientos sistemáticos de operación que tiene cada país”, dijo el Capitán Segundo de Fuerza Aérea, piloto aviador Francisco Menestorrez.

Ejercicio continuará en próximos años

El ejercicio se prevé que continúe en los próximos años, en medio de un impulso entre ambos países en materia de cooperación para la seguridad, y con cada vez nuevas amenazas en el horizonte próximo.

“Permite contar con la experiencia y conocimientos necesarios para hacer frente a situaciones que pueden presentarse en la realidad, principalmente estos ejercicios de manera conjunta se identifican y se implementan los protocolos para mejorar la eficiencia y la interoperabilidad”, concluyó el Coronel de Fuerza Aérea, piloto aviador de Estado Mayor, Rubén Gildardo Martínez Lino.

Información: Milenio.

 

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