ESPAÑA.- Dos jugadas llenas de futbol puro y de una conjunción única, fuero valederas para alargar el paso perfecto albino.
Son seis triunfos en este arranque de LaLiga 2022 y, aunque al final pudo ser con el cuchillo entre los dientes, los tres puntos tienen el mismo valor, aunque con el plus de que se cosecharon en el Clásico Madrileño. Atlético de Madrid 1-2 Real Madrid.
Los de La Casa Blanca volvieron a ganar en el ahora llamado Cívitas Metropolitano y siguen marcando el camino en el circuito ibérico, pero además con un futbol vistozo y por momentos, cuando es necesario, más bien efectivo.
Poder merengue
Carlo Ancelotti, un entrenador que gusta de ajustarse a un mismo sistema casi siempre, aludió a las bases, a una formación con elementos que sabe lo que le pueden dar, por supuesto con su mediacancha de lujo, con Toni Kroos y Luka Modric, con el agregado del francés Aurélien Tchouaméni, un símil del ya no más merengue Casemiro.
En ataque, ante la falta de Karim Benzema, Vinícius Jr. y Federico Valverde por las bandas y Rodrygo Silva de Goes en el centro, como el rematador en el sitio del Gato. En la otra cara, la del local, con Diego Simeone en los controles, éste mandó, como lo estila, a un equipo aguerrido y con la sorpresa de que Antoine Griezmann apareció entre los estelaristas.
Y fue precisamente el colchonero el que mejor arrancó el duelo, dominando al visitante, sobre todo en el juego aéreo; al minuto seis, uno de los centrales, Felipe Augusto, se quedó cerca de horadar la puerta de Thibaut Courtois. Minutos iniciales en los que parecía cuestión de tiempo para que el anfitrión le pusiera número al electrónico de su fortín, aunque no contaban con el poder del oponente, al que, con una sola acción, con la inspiración por delante, le bastó para marcar el primero del cotejo.
Vini condujo y cedió al galo Tchouaméni, quien, con excelente visión y gran toque, asistió a Rodrygo para que éste rematara como venía con destino a las redes para el 1-0 (18’).
El despertar del Madrid era viento en popa y el mismo le alcanzó para hacer el segundo antes del descanso; Modric mandó largo al mismo Vini y esté, ya clavado en el área, reventó el madero de la meta defendida por Jan Oblak; en la contra llegó Valverde para anidar el esférico, 2-0 al 36’. Está enrachado el uruguayo.
La respuesta del rojiblanco fue discreta, con más corazón, pero improductiva, pues el marcador se mantuvo hasta el silbatazo para mandar a los vestuarios.
.. La reanudación, una calca del inicio, con el de casa apretando en la marca desde arriba, enseguida trajo al rectángulo verde la estampa de que el Atleti lo intentaría con todo al frente.
Mientras, el forastero, muy efectivo jugando al contragolpe, cedió la bola y dejó en sus hombres de arriba todo el peso de la ofensiva, en busca del tanto que pudiera darles un mayor respiro.
Sin embargo, sus opciones se limitaron, fueron pocas y, aunque los del Cholo no es que fueran una máquina en contra del arco enemigo, eran más insistentes y, en una jugada extraña, porque Courtois normalmente no falla, pues la seguridad es uno de sus fuertes, salió en banda en un centro, dejando el balón a merced de Mario Hermoso, quien anotó con la cabeza el 1-2 al 83’.
Cierre frenético, no apto para cardiacos, aunque el Real Madrid le puso hielo al encuentro y el Atlético se quedó con las ganas del empate.
Con información de Mediotiempo