CDMX.- El Real Madrid debutó en la Champions League sin mucho brillo. El actual monarca europeo dejó mucho que desear ante el Stuttgart, sin embargo, la superioridad y diferencia de nivel con el cuadro alemán le permitió cerrar la noche con un 3-1.
El resultado fue engañoso. El Stuttgart fue superior en el arranque del partido, su mayor error fue perdonar al Madrid en los momentos clave. En el Santiago Bernabéu, los ‘Die Roten’ aprovecharon la comodidad en defensa que les permitió en nulo ataque local para mostrarse con autoridad en el ataque.
Thibaut Courtois fue requerido en más de varias ocasiones durante la primera mitad. El arquero belga mostró su descontento con la zaga madridista una y otra vez. Los espacios que Lucas Vázquez dejó por la banda derecha fueron la vía de entrada por la que Mittelstädt y Führich comenzaron a hacer daño.
El gol alemán se negó. Courtois permitió a su equipo marcharse al entretiempo sin gol en contra. En la delantera merengue, poco y nada que preocupara al arquero Nübel.
En el complemento, el Madrid saltó al campo con furia y sólo necesitó de una llegada para abrir el marcador. Una descolgada de Rodrigo por el sector derecho terminó encontrando remate en Mbappé para el 1-0. Las llegadas merengues cesaron y Deniz Undav empató el encuentro en un balón parado.
Las caras largas y el silencio impregnaron las gradas del Bernabéu. Con el Stuttgart más cerca del segundo tanto, Ancelotti envió a Modric y Endrick al campo. En el lapso final del partido, Antonio Rüdiger le regresó el oxigeno al campeón con un gol al 83’.
Con la comodidad del resultado, Endrick aprovechó su presentación en el torneo europeo para poner el 3-1 definitivo. Un potente disparo desde los linderos del área sorprendió a Nobel, que no alcanzó si quiera a rosar el esférico que entró rozando su poste izquierdo. El Real Madrid cumplió. La defensa de la corona arrancó, pero con un perezoso desempeño.
Fuente Esto