CMDX.- A Portugal le gusta el riesgo. Las repescas son su zona de confort. Se crecen con el peligro de la eliminación amenazándolos. Tres de sus últimas cuatro clasificaciones para Mundiales han llegado por esta vía. Bosnia en 2010 y Suecia en 2014 sucumbieron ante una Seleçao das Quinas experta en segundas oportunidades. No las desperdician… y tampoco lo hicieron en 2022 frente a Macedonia del Norte (2-0), donde sellan su pase a Qatar 2022.
El matagigantes fue devorado por el dragón de Oporto y el fuego de Bruno Fernandes. El mediapunta del Manchester United firmó un doblete que clasificó a Portugal para la Copa del Mundo. Un regalo para Cristiano Ronaldo, que disputará en noviembre su quinto Mundial (2006, 2010, 2014, 2018 y 2022).
Igualará el récord de los mexicanos Tota Carbajal y Rafa Márquez y del alemán Lottar Matthäus. Gianluigi Buffon también estuvo en cinco… pero no jugó en el primero. Una marca que compartirá con Leo Messi.
El conjunto de Fernando Santos no necesitó los goles de CR7 ni ante Turquía ni frente a Macedonia del Norte para sellar su pase para una fase final a la que no faltan desde Francia 98′. Llevan seis consecutivas.
Los balcánicos trataron de calcar el plan de Palermo que desesperó a Italia (0-1)… pero se hirieron a sí mismos. Portugal no probó la fruta envenenada de Macedonia del Norte. Los lusos, que no consiguen sacar brillo a la calidad de sus estrellas encorsetados en su pragmatismo, esperaron el fallo visitante… y lo encontraron. Así ganaron una Eurocopa. El plan de Santos es inamovible.
Un mal pase horizontal del capitán Stefan Ristovski -nunca hay que hacerlos- fue interceptado por Bruno Fernandes desatando una contra diabólica. El crack del Manchester United se la dio a Cristiano, que lo asistió con un pase medido -túnel incluido- a su compañero para que fusilara a Dimitrievski. El muro macedonio cedió pasada la media hora. Milevski se desesperaba en la banda. Habían tomado su fortaleza.
El fantasma de Mitrovic y de Da Luz no salió de Lisboa. Macedonia del Norte intentó estirarse pero se estrelló con Pepe. Un coloso que aguantó a una Portugal que no falló. De un robo suyo nació una contra que Bruno Fernandes, de volea tras un centro de Otávio, convirtió en el 2-0. Doblete y final.
Los macedonios superaron sus límites… pero se quedaron a las puertas del Olimpo. Portugal, sofocada, se bañó en el oasis qatarí. Cristiano ya ve el desierto.
Con información de Marca