EU.- Después de un intenso e imponente partido digno de una Final del Abierto de Estados Unidos, Novak Djokovic exprimió toda su energía para vencer a Daniil Medvedev y levantar su corona número 24 de Grand Slam en la era abierta del tenis, la cuál comenzó en 1968.
Este domingo, con un 6-3, 7-6 (5), 6-3, el astro serbio de 36 años quedó con un título por encima de Serena Williams, convirtiéndose en el primer hombre en llegar a la cifra de coronas antes mencionada. El récord lo había establecido Margaret Court -quien también acumula 24-.
Pese a que el resultado se dio en sets corridos, el partido fue mucho más reñido de lo que podría parecer, particularmente durante el segundo set que tomó 1 hora y 44 minutos.
El cansancio y el calor que azotó al Flushing Meadows, llevó al propio Djokovic a ponerse de rodillas para apoyarse con su raqueta y poder tomar un respiro después de los peloteos más agotadores.
El tenista veterano se “vengó” de la final del 2021, cuando justamente Medvedev le impidió completar el primer Grand Slam en un año en más de cincuenta años. Y con ello, ahora es reconocido como el campeón más veterano en la historia del US Open en su era pro.
El vigésimo cuarto “grande” que le permitió igualar a la legendaria Court, aunque ahora forma parte de una trayectoria llena de cifras y logros impresionantes, se siente como algo casi “utópico, una especie de Santo Grial”.
Al terminar el encuentro con el que puso fin al empate que hasta hoy mantenía con Serena Williams -tenista que intentó en múltiples ocasiones lograr dos docenas de “grandes”- como tenista hombre o mujer con más de estos títulos en la Era Open, no pudo contener las lágrimas.
Ahora Djokovic no solo tiene en solitario el récord de la Era Open sino que además comparte la marca absoluta con Court.
A partir de este lunes, Novak regresa al puesto número uno de la clasificación de la ATP, lugar que mantenía Carlos Alcaraz, quien fue doblegado por Daniil en la instancia de las semifinales.
Esta es la cuarta corona para Djokovic en diez finales de Flushing Meadows.
El de Moscú llegó de dar una lección importante a Alcaraz, y con un desafío que el serbio no podía rechazar, se plantó y colocó un partido rocoso con peloteos eternos y puntos que caían de manera muy lenta.
La paciencia de Djokovic fue uno de los factores más importantes, respondiendo a un Medvedev experto en poner trampas, que tiraba potentes pelotas aquí y allá.
Sin embargo, el ruso que hacía dos días parecía impasable, entró mal al partido, concediendo su primer saque con un juego en blanco (2-0). Durante toda la primera manga se notaba sumamente incómodo.
Todo lo contrario reflejó Djokovic, que en ningún momento se relajó y que con mano firme selló el primer set en 48 minutos sin que Medvedev tuviera ni una sola opción de rotura.
El ruso dio un paso al frente en la segunda manga. Al otro lado de la red, Djokovic empezó a dejar señales claras de fatiga y de que su físico no estaba a la misma altura que la de un Medevev.
La madre del serbio rezaba en la grada y algún dios del tenis le escuchó, ya que su hijo acabó llevándose el “tie break” cuando lo tenía todo en contra.
Medvedev dejó escapar vivo a su rival en el segundo set y en el tercero, con un ritmo mucho más rápido, concedió dos “break” consecutivos (4-2).
Djokovic también estaba al límite y perdió una vez su saque. Pero en cuanto vio que el triunfo estaba ya a la vista, apretó los dientes y estiró la mano para alcanzar otro hito histórico en una carrera de leyenda.
Con información de Esto