En Huimanguillo, Tabasco, casi mil vacas han sido sepultadas tras una presunta intoxicación masiva que tiene a los ganaderos al borde del colapso y que han calificado como una verdadera catástrofe para el sector ganadero de la entidad.
Agustín Pérez, uno de los líderes ganaderos de la región informó que la mortandad no se ha detenido, sino que “sigue en aumento el número de animales afectados en la zona”, advirtió.
En sólo tres días se murieron 600 animales entre vacas productoras de leche, novillos y becerros de productores de casi 15 comunidades.
Agustín llamó a la población a abstenerse del consumo de carne de dudosa procedencia para evitar riesgos ante esta situación delicada.
La muerte masiva del ganado la achacan al consumo de un suplemento alimenticio llamado pollinaza, que usan para que los animales ganen peso.
Alfredo Arias, uno de los productores, afirma que el consumo de este alimento es por el bajo costo que representa. “La pollinaza es costeable para nosotros y por eso la metemos, pero nunca creímos que llegaríamos a esto”, manifestó.
Según los mismos ganaderos, la pollinaza es un alimento compuesto por excreta de pollos y restos de alimentos y cuesta 2 pesos por kilo, lo que la hace bastante redituable para el consumo de ganado.
Sin embargo, esta intoxicación masiva ha generado gran alarma entre los pequeños ganaderos de la zona que hoy ven como su patrimonio se va cayendo poco a poco.
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