El delantero del Feyenoord salió de la banca para darle al Tricolor esa gloria que se le había escapado hace dos años. Santi hizo una jugada de otro partido, mostró porque está en Europa y se lo empiezan a pelear equipos de mayor jerarquía.
La Selección Mexicana fue paciente, no se desesperó nunca de que los panameños se encerraron y que el árbitro hizo su show sacando amonestaciones por doquier y condiciendo a los mexicanos desde el primer tiempo.
El Tri pegó primero en la primera mitad, Henry Martín adelantó a los verdes y cuando todos celebraban llegó el quitarrisas del VAR para anular por un fuera de juego del yucateco.
Panamá fue tomando confianza al ver que el cerrojo impuesto no era descifrado por los aztecas y se fueron aprovechando de la defensa rival estaba condicionada, pero les faltó imaginación para hacerle daño al arco de Memo Ochoa.
El Jimmy Lozano desde la banca detectó que le faltaba punch al ataque mexicano y fue entonces que metió a Santiago Giménez y con muy pocos minutos se entiendo a la perfección con Orbelín Pineda.
El Maguito vio la audacia de Santi, le dio el balón y con un solo movimiento quedó completamente solo frente al arquero para cruzarlo. El SoFi Stadium estalló igual que toda la banca mexicano.
El Tri de nueva cuenta es el mejor equipo de la Concacaf, ganó la Copa Oro que es el torneo más importante del área y si bien el verano empezó complicado con Diego Cocca al frente, Lozano recompuso el camino y le dio el título.