La marea roja que afecta a playas de Yucatán desde finales de julio pasado está pasando factura a la economía y turismo de la entidad, pues tan solo en los puertos de Telchac y San Crisanto, la actividad comercial cayó en un 70 por ciento mientras los visitantes se retiran de las playas debido al mal olor emitido por las especies marinas muertas.
Si no fuera suficiente, en las playas de Progreso, la Policía Ecológica colocó las banderas rojas en los malecones internacional para evitar que vacacionistas se metan al mar, como medida preventiva por el peligro que representan para los turistas, ya que 8 personas fueron atacadas por las mantarrayas y dos fueron hospitalizadas.
Los animales, huyen de la marea roja y se acercan a la costa, donde terminan por atacar a los bañistas que se aproximan a ellos.
Los lesionados fueron paseantes que se metieron al mar y pisaron alguna de las mantarrayas muertas o moribundas, a pesar de que desde anteayer en la tarde la Policía Ecológica y Protección Civil informaron que la gente no debe entrar al mar por la recalada de especies que huyen de la marea roja, a fin de prevenir lesiones.
En tanto, la Dirección de Protección Civil, la Secretaría de Salud, Desarrollo Sustentable y elementos de la Secretaría de Marina y el Ejército han recolectado y enterraron más de 2 toneladas de especies muertas.
Por su parte, las autoridades mantienen la alerta y pidieron a los bañistas o propietarios de predios cercanos al mar, que en caso de ver especies marinas que recalen a la orilla, apoyen enterrándolos para evitar que su consumo genere peligros a la salud.
La mancha de marea, que desde hace unas semanas se mueve frente a las costas de Yucatán, se dirige ya hacia Progreso, el principal puerto de Yucatán y el que concentra el mayor número de embarcaciones dedicadas a la pesca.
También es Progreso el puerto que concentra la mayor oferta turística y el que recibe más visitantes, tanto locales como nacionales y extranjeros, por su cercanía a Mérida.
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