El juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández podría concluir este miércoles con los argumentos finales de su defensa así como de la Fiscalía, aunque aún se desconoce si el acusado se sentará en la silla de los testigos para defenderse de los tres cargos que le presentó el Gobierno de Estados Unidos en 2022.
Hay gran expectativa sobre si Hernández, que fue presidente dos términos, entre el 2014 y el 2022, se va a defender de los señalamientos que han hecho en el juicio narcotraficantes que cumplen condena en este país o están libres a cambio de reducción de sentencia o visado para residir en Estados Unidos de que aportaron dinero a su campaña a cambio de protección para continuar con su negocio, de no ser extraditados, de contratos del Gobierno para sus negocios de lavado de dinero, que el exmandatario ha negado.
El juicio continúa mañana, cuando se espera que la defensa presente el testimonio de dos militares.
En el décimo día del juicio, que comenzó el pasado 20 de febrero, no fue un buen día para la defensa, que no logró que el juez aceptara que se retiraran los cargos contra el exmandatario alegando que la Fiscalía no ha logrado probar su caso, tampoco aceptó extender este proceso, ni que los abogados de Hernández trajeran a un experto en leyes electorales de Honduras -ante el señalamiento de fraude electoral- y a un abogado experto en leyes que el acusado firmó. La Fiscalía presentó sus argumentos para oponerse a los reclamos.
El juicio continuó hoy con la presentación del primer testigo de la defensa, el general de brigada Tulio Romero Palacios, a quien la Fiscalía desmanteló con un interrogatorio dirigido a señalar que estaba mintiendo. El militar, amigo de infancia de Hernández, según admitió a preguntas de la Fiscalía, fue jefe de la Guardia de Honor Presidencial que se encarga de protección del presidente, pero también le brindó seguridad cuando el ahora exmandatario fue presidente del Congreso nacional.
Entre los temas con los que fue confrontado estuvo el de Tony Hernández, hermano del expresidente que cumple cadena perpetua en este país por narcotráfico. A preguntas de la Fiscalía indicó que le veía “ocasionalmente” y que sostuvo “a veces” intercambio de mensajes de texto. La Fiscalía le mostró varios mensajes de conversaciones con Hernández.
El militar admitió que entre sus responsabilidades estaba brindar seguridad a la esposa del entonces presidente, sus hijas, su madre, dos hermanas y a Tony.
La Fiscalía también apuntó su interrogatorio a establecer que los ascensos de Romero, quien dijo ser asesor del jefe de estado mayor conjunto, fueron por su relación personal con JOH “El tiempo que estuve en las Fuerzas Armadas me permitieron el ascenso”, contestó el testigo, quien desde que JOH dejó la presidencia en 2022 no ha tenido otro ascenso.
De acuerdo con las Fuerzas Armadas de Honduras, Romero y otro oficial identificado como Willy Joel Oseguera Rodas viajaron a Estados Unidos sin realizar el debido procedimiento para salir del país que establecen las leyes y reglamentos militares lo que en el ámbito militar es ilegal.
“En consecuencia, dicha información será trasladada a los Juzgados de Primera Instancia Militar, para que sea en ese ámbito jurisdiccional donde se determine aplicar lo que corresponde en ley”, indicó la institución castrense en un comunicado.
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