CANCÚN. – En esta semana, la última antes de las elecciones, es muy posible que Isaac Janix pierda su candidatura a la presidencia municipal de Benito Juárez por Fuerza por México. La razón es un juicio en contra el candidato por violencia política de género contra Mara Lezama. Ese hecho tendría un impacto político y electoral que vale la pena analizar..
Lo primero que debe decirse es el que juicio está bien fundamentado y difícilmente Janix pueda esquivar la sentencia. En su momento, La Opinión publicó la nota sobre ese caso (Ver abajo). En síntesis, se acusa al candidato de proferir, en un video en vivo en Facebook, un fuerte insulto contra Mara.
Para como están las cosas en los tribunales locales y federales con el tema de la violencia política de género, es difícil pensar que no lo sentencien. Hay que recordar que a Luis Gamero le atribuyeron violencia política contra Yensunni Martínez por una frase que jamás se pudo probar. Sólo una declaración de Anahí González le sirvió a la Sala Xalapa del TEPJF para “inferir” que hubo violencia de género. Aquí la frase fue dicha y grabada.
En ese contexto, antes del miércoles el Tribunal Electoral del estado deberá definir qué pasa con el caso Janix, pero no parece haber demasiado lugar para la sorpresa. Atendiendo a los antecedentes, Janix debería quedar varios años fuera de la política. Lo único que podría cambiar este desenlace, al menos en lo inmediato, es que el Teqroo pudiera “estirar” de algún modo la sentencia. Pero, hasta ahora, no parece ser ese el ánimo.
En el entorno del candidato lo saben, y por eso trabajan desde hace días en una estrategia para dar a entender que hay una persecución política en su contra. Más allá de eso, que es una estrategia válida, los impactos políticos de la potencial caída de Janix serían interesantes.
EL ÚLTIMO REDUCTO DEL MARYBELISMO
La candidatura de Isaac Janix fue el principal refugio que encontró una parte del marybelismo (que se expresó esta misma semana en una conferencia de prensa) para enfrentar desde algún lugar la candidatura de Mara. Sin peso alguno en MORENA, la gente de Marybel Villegas se arrimó a un partido distinto, pero que orbita la 4T, para dar su batalla en el estado.
Aquí se ha dicho varias veces: la idea es que si no se puede frenar la victoria de Mara, al menos ésta sea muy reducida y le complique el escenario hacia 2022, que es al fin el objetivo de todos.
Sin Janix de candidato, ese marybelismo quedará huérfano. Por supuesto, la planilla de FxM seguirá vigente, pero es difícil convencer a la gente de votar por un candidato que no está, y que, si el fallo es contundente, estaría sin posibilidad de ser nuevamente candidato durante varios años.
Es también difícil que toda esa estructura (poca o mucha) se mueva hacia la candidatura de Chucho Pool, candidato del PAN-PRD. Los tiempos no dan para hacer grandes movimientos. Hay quien dice que otra parte del marybelismo ya está trabajando con Chucho, pero no sería más que un proyecto momentáneo. El destino natural de ese sector político es FxM u otro partido cercano a la 4T.
LOS ACUERDOS DEL MARISMO
En los días que pasaron, el equipo de Mara Lezama logró acuerdos políticos y electorales de mucho peso. Hay en ese armado final actores políticos del viejo PRI, sindicatos, organizaciones, y hasta se espera para los próximos días la renuncia de un candidato de otro partido que apoyaría a Mara para su reelección.
La posible caída de la candidatura de Janix abona a todo ese contexto, pero no le quita todos los problemas, porque Janix no es el principal rival a vencer. Mara necesita, aun, que FxM no se desfonde, que sus votos no se vayan a otra parte, y que el PRI tenga la mejor elección posible.
Hay un dato que el equipo de la alcaldesa maneja y que ha sido prácticamente inamovible durante toda la campaña. Hay alrededor de un 55% de los votos potenciales del municipio que no van a ir de ninguna manera para Mara. Esos votos deben dividirse entre Chucho Pool, FxM y el PRI, principalmente. Si es así, la elección está ganada para la morenista.
Pero eso no es suficiente. Los números finos marcarán el destino de lo que viene. Cualquier victoria de Mara por encima de los 10 puntos será una confirmación de su liderazgo, y de que va por la gubernatura en 2022. Una victoria por debajo de esos 10 puntos generará nubarrones negros; más y más espesos a medida que los números sean más ajustados.
De una potencial derrota no tiene sentido hablar, porque sería simplemente el fin de todo el proyecto.
LAS OTRAS ELECCIONES
La mano del marismo como proyecto se extiende a otros municipios y distritos. En el búnker de Mara están bastante convencidos de que ganan sin demasiados problemas los 4 distritos electorales, con mayor o menor holgura. Todos ellos, creen, abonan al proyecto estatal de la alcaldesa.
A pesar del escándalo mediático y legal por la candidatura de Yensunni en Othon P Blanco (un escándalo legal difícil de tolerar, muy parecido al pasado más oscuro del estado) la realidad es que se ve que más grupos políticos se han sumado al proyecto, en contra de lo que se esperaba. En el búnker marista aseguran que los números son muy buenos y la elección se va a ganar.
También hay mucha confianza en el triunfo de Marciano Dzul en Tulum (que ha repetido, todas las veces que hizo falta, que no tiene nada que ver con Marybel) y de Mary Hernández en Felipe Carrillo Puerto, aunque se enfrenta a una candidata y una estructura muy experimentada.
El poderío electoral histórico del PRI en Isla Mujeres (de la parte del PRI que está con MORENA, digamos) les hace pensar que es una elección ganable pero compleja.
Solidaridad es siempre un párrafo aparte. La sostenida recuperación de Laura Beristain ya hizo su efecto, pero también hay una certeza de que ya no hay mucho más que hacer. La campaña ya no tiene efecto, y ahora hay que dedicar todo a la estructura y el día D. Se espera una elección cerrada, pero las últimas encuestas muestran a Laura alrededor de 3 puntos arriba del PAN.
La realidad, sin embargo, es que las elecciones de los últimos años muestran que los pronósticos han errado mucho.
Nacionalmente, diversas encuestas muestran un triunfo seguro de MORENA y la 4T en la elección federal, pero muchos problemas en las elecciones locales.
Estamos a una semana de saber si Quintana Roo será finalmente territorio lopezobradorista de cara a 2022, o si el caos interno y las divisiones lograron finalmente debilitar el proyecto de la 4T.
Con iinformación de La Opinión