CDMX.- El Derbi de Milan se pintó de nerazzurri en las Semifinales de la Champions League.
Dos mazazos, en un lapso de tres minutos, le bastaron al Inter de Simone Inzaghi para dejar en la lona al Milan, con un 2-0 que parece complicado de remontar cuando ambos se encuentren la próxima semana en el mismo escenario, pero ahora llamado Giuseppe Meazza.
Fue un abrir y cerrar de ojos para que el Milan se viera en desventaja.
Al 8′, Nicolo Barella cobró un tiro de esquina y el balón se paseó en le área hasta que Edin Dzeko metió el pie, mientras le sostenía el zaguero Davide Calabria, y mandó el balón a las redes para sorpresa de los locales.
Milan ni siquiera pudo sacudirse el primer gol cuando Mike Maignan ya estaba sacando el balón de las redes por segunda vez, pues al minuto 11, Federico Dimarco mandó un gran servicio por izquierda y Henrikh Mkhitaryan lo capturó para internarse al área con balón controlado y meter el 2-0.
Era demasiado castigo para un Milan que no entendía nada de lo que pasaba, y que incluso pudo ver liquidada la eliminatoria de no ser porque el VAR anuló un penal que el árbitro central había dado por bueno al minuto 15′, tras un jalón de Simon Kjaer a Lautaro Martínez dentro del área grande.
Fue un terremoto el Inter. Se desató ante un Milan que no pudo cubrirse de los golpes que recibió. Se desangró en cada acción y a punto estuvo de morir antes del minuto 20 si el disparo de Calhanoglu no se hubiera topado con la madera.
La ventaja en el marcador hizo que el Inter, poco a poco, fuera bajando el ritmo. Pero el dominio era el mismo. Al Inter no le costaba llegar al área y el Milan necesitaba un milagropara superar líneas con claridad.
Quizá acompañado de una ligera sensación exceso de confianza interista, provocada por el dominio abrumador en la primera mitad, el Milan pareció asustar con un disparo de Brahim y una ocasión clara de Messias. Fue una especie de espejismo, porque pocos minutos después Dzeko volvió a quedarse solo ante Maignan, aunque esta vez no pudo superar al meta galo.
Pudo el Milan meterse de lleno en la eliminatoria con un disparo de Tonali que se estrelló en el palo. No fue la noche para los locales.
Gestionó Inzaghi y fue dando entrada poco a poco a piezas para mantener la posesión y minimizar los peligros de un Milan que no cambió nada con la entrada de Origi o Pobega, resignado a intentar hacer daño desde la distancia o con centros laterales estériles ante una zaga ‘nerazzura’ que solventó todos los acercamientos.
Este par se volverá a encontrar el próximo martes, ahora en el Estadio Giuseppe Meazza y con un Inter que saldrá con una ventaja sumamente cómoda, o medio boleto a la Final, como se quiera ver.
Con información de Fox Sports