Existió una alianza mexicana entre la UNAM, Gobierno de Hidalgo, Consejo de Ciencia de Hidalgo y la Agencia Espacial Mexicana
India pone en órbita el primer nanosatélite 100% mexicano (NanoConnect-2) desarrollado por especialistas del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La Agencia Espacial de India (ISRO) se encargó de poner en órbita 19 satélites de Brasil, China, México, entre otros países. Un referente previo fue el nanosatélite mexicano AztechSat-1 en febrero del año pasado.
Este logro científico para México rindió frutos por la alianza mexicana de la UNAM, el Gobierno de Hidalgo, el Consejo de Ciencia de Hidalgo y la Agencia Espacial Mexicana, que se sumaron a una misión internacional que despegó de India, y puso en órbita el nanosatélite mexicano NannoConnect-2.
A este logro se sumaron las felicitaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) al decir:
El gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad, destacó en su cuenta de Twitter que “el éxito de este proyecto es el haber superado todas las pruebas de calificación necesarias”.
El equipo mide 20x10x10 centímetros, es parte de una serie de nanosatélites en los cuales trabajan desde 2017.
El aparato es parte de una serie de satélites llamada NanoConnect los cuales ofrecen herramientas de tecnología que permitirán posicionar a México como un actor en el sector espacial en el desarrollo de instrumentos y aplicaciones para órbitas bajas.
Los equipos fueron diseñados y fabricados por LINX, en coordinación con el gobierno de Hidalgo. El primero de esta serie fue NanoConnet-1, el cual realizó en noviembre de 2017 un vuelo suborbital utilizando la plataforma estratosférica ATON de LINX, operada desde Pachuca; validó que las tecnologías desarrolladas en la UNAM son funcionales y sirvieron de base para la construcción del nanosatélite que fue lanzado.
Este es el objetivo del NanoConnect-2
El objetivo de NanoConnect-2 es probar que cada instrumento que conforma el equipo funciona correctamente en el espacio; es decir, las computadoras de vuelo; los sistemas de monitoreo, potencia, telecomunicaciones y los que están en tierra; así como las estructuras mecánicas.
Los datos que permitirán a los expertos universitarios saber si los sistemas funcionan correctamente llegarán a la Estación Terrena, ubicada en las instalaciones del ICN en Ciudad Universitaria.
El NanoConnect-2 podría comenzar a trabajar inmediatamente y en tres o seis meses completar la misión de validación de equipos y la prueba de la referida antena, por lo que se espera continúe su labor algunos años hasta que sea atraído a la superficie terrestre.
Con información de la UNAM