Cancún, Q. Roo. Los hoteleros de Quintana Roo han manifestado la necesidad de regular las plataformas de alquiler de alojamientos como Airbnb, al igual que lo hizo Ciudad de México.
“Al igual que en la CDMX, en Quintana Roo también estamos siendo afectados por este tipo de actividad que no sólo genera competencia desleal a las empresas que generan empleos formales, sino que también promueve la gentrificación de las viviendas para los trabajadores”, dijo Gael Martínez Peña, de la Asociación de Hoteles y Prestadores de Servicios Turísticos en Bacalar.
Dicha reforma propone cambios en las leyes de Turismo y de Vivienda, donde se prohíbe ofrecer en estas plataformas digitales los inmuebles de vivienda social. Además, no aplica para los beneficiados de los nuevos programas de regularización y venta de tierras, de la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo.
Así mismo, la reforma establece que las unidades Airbnb sólo pueden operar el 50% de los días del año. Si no lo hacen, no podrán registrarse nuevamente en el padrón de operadores de servicios turísticos y serán sancionados económicamente y se arriesgarán a la clausura del lugar.
Las rentas vacacionales caen en ocupación por lo que algunas han tenido que cerrar temporalmente. La Secretaría de Turismo (Sedetur) señaló que las plataformas reportaron una baja importante, pues iniciaron el año con más de 42,000 unidades y en agosto terminaron con 17 mil menos.
Los destinos de Quintana Roo con el mayor número de alojamientos de este tipo son: Playa del Carmen, que tenía en enero 13,900 y ahora 8,350 identificados, y Cancún, donde operaban 11,516 y que se rebajó a 7,629.