ESPAÑA.- España se despidió de la Eurocopa de Inglaterra con la cabeza alta tras caer ente el anfitrión en un duelo en el que mostró su mejor versión y puso entre las cuerdas al anfitrión. Faltó frescura, suerte, experiencia, pero no calidad, empuje ni ganas. La prórroga selló el billete de vuelta a casa para una selección que debe convencerse de poder llegar más lejos.
Se habló mucho en la previa de intentar ser España en su esencia y mostrar su mejor versión el día señalado. Lograron marcar los tiempos en el arranque del partido firmando las primeras llegadas al área rival. A los diez minutos, como si se hubiera activado la alarma del teléfono, Inglaterra se conectó al partido. Lo hizo tras un centro de Bronze que cabeceó White a las manos de Paños. Espoleadas por un público que creó un ambiente espectacular en las gradas, las Lionesses se fueron soltando. Metieron una marcha de más y redujeron el campo haciendo momentáneamente invisible el centro del campo español.
Las nuestras fueron pacientes y tuvieron temple para volver a tomar los mandos. Lo hicieron a través de las botas de una Bonmatí que sigue acrecentando su liderazgo y una Mariona que vale para todo. Por momentos se vio a la mejor España en esta Eurocopa, un equipo que jugó sin complejos y con convencimiento. Tocó, porque es seña de identidad, pero no dudó en finalizar cada vez que tuvo oportunidad.
A falta de de diez minutos para el descanso, las tornas volvieron a girar después de que White rematara a la jaula una falta lateral botada por Hemp. La asistente anuló el gol por fuera de juego y el VAR ratificó su decisión. Sin embargo, Inglaterra volvió a meterse en el partido, aunque no le dio más que para sacar una tarjeta a Mapi.
El único retoque en el descanso lo hizo España con la entrada de Athenea relevando a Cardona. No tardó la extremo cántabra en hacerse notar, pues de un arreón suyo por el costado diestro nació la jugada del gol de Esther, que se revolvió dentro del área y definió con un tiro raso y cruzado mandando el cuero al fondo de las mallas.
El primer gol que encajaba Inglaterra en la Eurocopa -y el cuarto desde que Sarina se hiciera cargo del equipo en 2021-, cortocircuito a una Wiegman que quitó de un plumazo a Mead, White y Kirby. Las locales buscaron con intención el empate, pero lo cierto es que sólo se acercaban a la meta rival a balón parado.
España rozó el segundo tanto en un par de ocasiones, un centro-chut de Athenea que le faltó poco para hacer la parábola perfecta y un disparo desde dentro del área de Sheila que fue repelido por una defensa bajo palos, pero acabó encajando el empate en una jugada en la que Greenwood colgó un balón, Russo prolongó y Toone mandó el balón al fondo de las mallas. Golpe duro a siete minutos para el final, tiempo en el que España sufrió los arreones del anfitrión.
España llegó a la prórroga con las piernas cansadas y la dinamita mojada. Inglaterra, por su parte, creyó en su suerte y Stanway lo demostró con un disparo desde 30 metros al que no llegó el vuelo de Paños. Amaiur tuvo sus 20 minutitos y dejó retazos de lo que pudo haber sido y no fue. Curiosamente, como España.
Con información de Marca