El exagente migratorio Juan David Ortiz fue declarado culpable de matar en 2018 a cuatro mujeres en Texas y condenado automáticamente a cadena perpetua después de que la Fiscalía desistiera de solicitar la pena de muerte.
El exoficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), de 39 años, fue acusado en diciembre de 2018 de asesinar a cuatro mujeres en Laredo, en el condado de Webb (Texas).
La Fiscalía explicó que todas las víctimas conocían a Ortiz y que él buscaba aprovecharse de personas vulnerables, como gente con adicción a las drogas o el alcohol o que estaban involucradas en el trabajo sexual.
Al cabo del juicio, realizado en San Antonio (Texas), el juez Oscar Hale leyó el veredicto durante una audiencia que se extendió hasta la noche del miércoles.
Según la acusación, el entonces agente de CBP cometió su primer asesinato en septiembre de 2018, fecha en la que recogió a Melissa Ramírez, de 29 años, y la llevó a las afueras de la ciudad para disparar varias veces contra ella antes de dejarla abandonada en un descampado.
Días después, el sospechoso siguió el mismo patrón para acabar con las vidas de Claudine Ann Luera, de 42 años, y de una mujer transgénero identificada como Jannelle Ortiz.
La suerte para el exagente de la CBP cambió el 14 de septiembre de 2018 cuando recogió a Erika Peña, a quien llevó a su casa en el norte de Laredo.
Según el testimonio inicial de Peña, el acusado comenzó a actuar “de forma extraña” cuando ella mencionó la desaparición de su amiga Melissa Ramírez, por lo que Ortiz decidió sacarla del domicilio y secuestrarla en su automóvil a punta de pistola.
Peña consiguió escapar y mientras corría hacia un policía estatal que estaba cargando combustible en una gasolinera cercana, Ortiz se marchó.
Finalmente, el entonces agente de CBP fue detenido y encarcelado en septiembre de 2018, momento en el que confesó el asesinato de otra víctima más: Griselda Cantú.
Desde la acusación, el fiscal del condado, Isidro Alaniz, buscó la pena a muerte contra Ortiz, pero desistió después de que se aprobara el cambio de sede del juicio, en San Antonio, en el condado de Bexar.
Alaniz afirmó que las familias de las víctimas estuvieron de acuerdo con el retiro de la pena de muerte y el cambio de sede, lo que aceleró el juicio.
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