El conjunto de La Máquina se reencontró con el triunfo y evitó caer al último lugar general tras imponerse por 2-1 sobre los Gallos Blancos, con un hombre menos
CIUDAD DE MÉXICO.- Cruz Azul encontró una luz en la oscuridad, después de haber tocado fondo en el Apertura 2022 y logró vencer a la escuadra de los Gallos Blancos de Querétaro por la mínima diferencia, pues el marcador terminó 2-1 en la cancha del Estadio Azteca, pero no sin dejar dudas e incertidumbres por el accionar de juego de los celestes.
La dinámica de los cementeros no cambió mucho en cuanto a lo que venían mostrando en las últimas jornadas del Apertura 2022, pues, aunque Raúl ‘Potro’ Gutiérrez realizó cambios en la alineación y en el parado táctico, el entrenador interino de La Máquina no pudo hacer mucho, pero lo destacable fue que se rompió con la mala racha de cuatro encuentros consecutivos con derrotas.
Sin emplearse a fondo, José de Jesús Corona pudo mantener el orden en el equipo cruzazulino, luego de regresar a la titularidad, dejando en claro que tiene un peso específico y liderazgo en el conjunto de La Noria, pues saltó al terreno de juego con el gafete de capitán y no dejó de gritar para buscar ordenar a sus compañeros.
El primer gol fue fruto de una gran combinación entre dos de los refuerzos que llegaron para esta temporada, pues Gonzalo Carneiro realizó una excelente conducción del esférico por la banda derecha, abriéndose espacio entre dos jugadores, para meter un centro que Carlos Rotondi cabeceó de gran manera para mandar la redonda al fondo de la portería de Washington Aguerre y regalarle una alegría a la afición presente en el estadio.
No obstante, Iván Morales quien entró de cambio en el segundo tiempo, se encargó de complicar las cosas para los locales, pues tras una fuerte entrada sobre Clifford Aboagye, se ganó la tarjeta roja, dejando en inferioridad numérica a su escuadra, que tuvo que remar contra corriente, lo que restó del encuentro.
El momento que dejó mudos y enojados a los aficionados, llegó cuando Aboagye aprovechó un centro de Ángel Sepúlveda, para marcar el empate al minuto 77, echando para abajo lo que le había costado construir a Cruz Azul en gran parte del partido, pues parecía que le robaban la oportunidad de ganar de nuevo.
Sin embargo, la respuesta llegó en una jugada de más valor que de gran muestra de futbol, pues Erik Lira metió un balón de larga distancia, que Cristian Tabó alcanzó a tocar fuera del área para techar a Aguerre y poner el 2-1 definitivo, que le devolvió el alma y le dio tranquilidad al conjunto celeste.