El primer ministro provincial, Francois Legault, propuso que en la provincia de Quebec, Canadá, se imponga un impuesto especial para las personas que no estén vacunadas contra el Covid-19, por “las consecuencias” que supone para el sistema sanitario provincial el coste de la atención a pacientes que se han negado a recibir las vacunas.
Recientemente el ministro de Sanidad de Canadá, Jean-Yves Duclos, pidió a las provincias canadienses buscar la manera de hacer obligatoria la vacunación contra el Covid-19, debido al aumento de casos y por la nueva variante Ómicron.
Es por ello que Legault afirmó que la actitud de los antivacunas tiene “consecuencias” para el sistema sanitario, y que no es justo que el resto de quebequeses que si están vacunados tengan que pagar por su negativa.
En las últimas semanas, el rápido aumento del número de casos de Covid-19 por la variante ómicron ha provocado la saturación de los sistemas sanitarios del país. En los últimos 40 días, desde que se detectó en Canadá, el país ha contabilizado más casos confirmados que en todo 2020.
Pero la idea de imponer un impuesto a los no vacunados que no tengan una exención médica ya ha empezado a ser disputada por algunos sectores.
En Facebook, un grupo de quebequeses opuestos a las vacunas calificó el anuncio de Legault como una estrategia de “guerra psicológica” y advirtieron que recurrirán a los tribunales si el Gobierno de Quebec finalmente impone el impuesto.
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