CDMX.- André Jardine dejó los experimentos olvidados en Tijuana, y ante Querétaro salió con su plantilla más potente. Julián Quiñones, Álvaro Fidalgo y Diego Valdés incluidos. Y aún así, al América, actual campeón del futbol mexicano, le costó vencer 2-0 a unos Gallos Blancos que se supieron plantar en uno de los últimos partidos que las Águilas disputaron en el Estadio Azteca.
Cuando el equipo saltó al campo junto con el poco popular himno de la Liga MX dos cosas pasaron. Lo primero fue el grito al unísono de “América campeón” desde las tribunas, con el orgullo de haber obtenido la 14, mientras que lo segundo fue el inicio de un torrencial totalmente inesperado y que duró prácticamente todo el primer tiempo.
El calor de su gente impulsó a los azulcremas. Desde el silbatazo inicial se encargaron de embestir a todo el equipo rival hasta encerrarlos en su lado de la cancha. Situación que, cabe señalar, pareció no molestar en lo absoluto a Mauro Gerk, quien mostró un planteamiento únicamente en espera de algún contraataque.
El primer tiempo cerró con una interesante jugada entre Zendejas, Kévin Álvarez y Valdés, que terminó solamente en un susto para los Gallos Blancos con un disparo sin mayor peligro. Sin goles al medio tiempo, la afición, exigente como pocas, despidió a su equipo entre abucheos y chiflidos.
La mala noticia para para las Águilas fue la lesión de Sebastián Cáceres quien ya no volvió para la segunda mitad. Richard Sánchez tomó su lugar y “Chicote” Calderón el de Luis Fuentes y la reacción fue inmediata.
Zendejas avisó con una jugada por el costado pero en vez de centrar a Henry optó por el disparo con poco ángulo y la oportunidad terminó en tiro de esquina. De esa oportunidad, Igor Lichnosvky conectó de cabeza, pero el frentazo se fue fuera por muy poco.
Richard Sánchez, el mismo que perdió la titularidad el torneo pasado, sacó desde su educada derecha un bombazo que finalmente derribó la muralla queretana con un gol de campana.
América continuó en busca del tercero pero ya no lo pudieron encontrar. Con dudas y con falta de ritmo, los azulcremas comienzan a crear el camino rumbo al bicampeonato de la Liga MX.
Con información de Esto