PUERTO MORELOS .– La presidenta municipal Blanca Merari Tziu Muñoz entregó hoy reconocimientos a los representantes de las instituciones que se sumaron a la campaña “Vive sin dolor”, que se puso en marcha el lunes pasado en beneficio de más de 300 habitantes de la comunidad que padecen dolores crónicos, deportistas con lesiones, adultos mayores y quienes por accidentes requieren de rehabilitación, a través de tratamientos de proloterapia.
“Estamos de verdad muy agradecidos por todo lo que han hecho Fundación Karisma, el Instituto de Proloterapia, el Centro de Medicina Deportiva Avanzada (CUMDA) y la Clínica Olympia, y con cada uno de los 48 médicos que se dieron cita en Puerto Morelos, algunos de ellos procedentes de Costa Rica, Perú y por supuesto de México”, señaló la Alcaldesa.
Acompañada por la presidenta honoraria y el director general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Puerto Morelos, Maura Cordero Silva y Antonio Chuc Pech, respectivamente, dijo que la labor realizada durante cuatro días para mejorar la calidad de vida de los portomorelenses es algo invaluable.
Blanca Merari Tziu adelantó que su administración seguirá trabajando de la mano con instituciones altruistas, como las que esta semana estuvieron en Puerto Morelos, porque con la suma de esfuerzos se obtienen mejores resultados en beneficio de las familias del municipio.
La proloterapia es un tratamiento para las articulaciones dolorosas, que se enfoca en ayudar al cuerpo a sanar por sí mismo. Se trata de un procedimiento médico con base en inyecciones para regenerar y fortalecer los ligamentos, tendones y músculos que rodean el área afectada, con lo que se busca aminorar el dolor que padecen las personas.
La atención brindada en la Sala de Cabildo se llevó a cabo de la siguiente manera, lunes 13: miembros inferiores (pie, rodilla, tobillo y cadera); martes 14: miembros superiores (hombros, codo y mano); jueves 16: columna (lumbar, sacro y cervicales), y viernes 17: terapias generales.
El requisito para los pacientes fue que el nivel de su glucosa no fuera mayor a 150 y tuvieran una presión arterial estable.