El mexicano ganó en Arabia Saudí y Azerbaiyán, donde sumó un buen puñado de puntos. Llegó a Miami con la oportunidad de arrebatarle el liderato a su compañero de equipo. Sin embargo, fue ahí cuando empezó a desinflarse dando pasos hacia atrás, mientras que el vigente campeón no ha descuidado su gran superioridad.
Verstappen tiene ahora ventaja, 53 puntos le separan de Pérez. En este sentido, desde el equipo consideran que al mexicano le ha podido la presión y le piden que no se centre tanto en intentar ganar a Max. Con todo, Checo confía en su potencial y, aunque sabe que será difícil, cree que pude ganarle. “Ser compañero de equipo de Max es probablemente lo más difícil, porque es un piloto que no tiene muchos defectos, pero creo que es posible vencerlo”, señala.
Pérez quiere dejar atrás los errores y ver la parte positiva. El coche funciona, tiene buen rendimiento, y eso aumenta su confianza. “La velocidad está ahí, si el accidente de Mónaco no hubiera ocurrido y yo estuviera a medio segundo de su ritmo me preocuparía”, explica el piloto.
Este fin de semana, en Canadá, buscará reencontrarse con la victoria. “Lo positivo es que hemos sido capaces de cambiar las cosas y quiero conseguir más victorias, me he adaptado mucho mejor al coche de este año. Entiendo las debilidades que tuve el año pasado. Eso es lo positivo de la temporada hasta ahora”, concluye.