Francisco Oropesa mató a cinco hondureños: Sonia Argentina Guzmán, de 25 años, Diana Velázquez Alvarado, de 21 años, Julisa Molina Rivera, de 31, José Jonathan Casarez, de 18 y a Daniel Enrique Laso de 9 años de edad. La tragedia ocurrió el viernes pasado cuando sus vecinos del condado de San Jacinto le solicitaron que dejara de realizar disparos al aire lo que desató la furia de Francisco. quien minutos después acudió al domicilio de Wilson García, tocó el timbre y abrió fuego contra la familia y sus visitas.
En conferencia de prensa las autoridades estadounidense señalaron que ya hay una investigación y agradecieron a quienes participaron para lograr esta detención, calificaron los actos del mexicano como “un crimen atroz que devasto a la comunidad y al país”, esperan que los familiares de la víctimas puedan tener algo de alivio tras la detención.