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CDMX.- Si el domingo pasado Nacho Ambriz, técnico choricero, quedó molesto por la actuación de sus dirigidos a pesar de apuntarse la victoria ante Tigres en el Nemesio Diez (3-2); el viernes sin miramientos castigaron cada uno de los pecados del blanquiazul para resolver en el primer cuarto de hora.
Los escarlatas, aprovechando a un Diego de Buen desorientado por derecha, edificaron su victoria atacando la espalda del “5” blanquiazul.
Ocho minutos de asedio por dicha demarcación no le bastaron a Eduardo Arce para corregir dese la pizarra ni a los jugadores del Puebla en cancha tampoco.
Así, un balón a profundidad buscando a ese hombre, a esa parcela, posterior remate a quemarropa y luego escupida de Silva dejó a Edgar López franco para pasar al arco con la zaga del Puebla como el chinito, “milando”.Seis después, Toluca calcó la acción del primer tanto ahora lanzando a Maxi Araujo. El charrúa le ganó a sus ex, incluido a Antony Silva, quien terminó llegando tarde en el achique para derribar al uruguayo y penal, penal penal… no lo cantó el árbitro central Ismael López; sí el VAR, muy activo en la noche de viernes en el Cuauhtémoc.
Tiago Volpi, como en los cuartos de final del torneo pasado ante Santos, pidió el esférico para un cantarle un “tiro” de buen nivel desde los 11 pasos a Silva: arquero goleador vs. arquero atajador.El brasileiro ni se inmutó, preparó, apuntó y engañó a Silva para el 2-0. Monólogo choricero y Puebla, Puebla apareció en la reanudación luego de que le volviera el alma al cuerpo cuando el VAR le quitó una roja a Luis Arcadio García en el añadido del primer tiempo.
El blanquiazul nada más arrancó el segundo lapso y se acordó jugaba de local estrellando un balón al transversal. Más tarde, Omar Fernández la acarició, pero no llegó a tiempo a un servicio venenoso de Waller.El duelo se animó, ataque por ataque, Toluca estuvo tan cerca del 3-1 que Puebla del descuento para un viernes de pasión que, como escribieron o anticiparon los clásicos, “se contagió del campo a la grada”.
Waller entonces frotó la lámpara y Puebla se lo agradeció cuando sacó un fogonazo raso, lejos de la humanidad de Volpi para maniatar los poderes del Diablo en la Angelópolis. El 2-1 llegó a 16 minutos del final, una eternidad o un suspiro según el ángulo desde donde se viera.
Puebla buscó con Guillermo Martínez y Ángel Robles entrando por Luis García y Martín Barragán. Los cambios funcionaron y La Franja echó atrás a Toluca, pero un Volpi providencial, decisivo ante Guillermo Martínez evitó el empate.
Los escarlatas se afianzan a los sitios de calificación directa; Puebla habrá de sacar El Rosario y rezar para no verse alcanzado en la general durante esta jornada con la Repesca tendiendo de un hilo.
Con información de Esto