Entre ovaciones y llanto de sus familiares, amigos y público dan el último adiós al histrión que hizo historia en el mundo de la actuación.
Ciudad de México. En punto de las siete de la noche y en medio de una ola de aplausos que se mezclaba con los acordes del cuarteto de cuerdas de la Orquesta Sinfónica ingresó su familia que, a paso lento, guio el camino del féretro con el cuerpo de Ignacio López Tarso hasta pie de la escalinata para el homenaje en el que participaron Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, y Juan Ignacio Aranda, hijo del actor.
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, recordó el paso de López Tarso por el cine:
“La vida no fue fácil Macario, pero fue bueno vivirla juntos, hoy despedimos a un grande; querido maestro, nos hizo creer que era inmortal. Un artista que buscó con empeño interpretar cualquier papel, ahora los mexicanos guardaremos su voz en la memoria, como ningún otro usted representa la grandeza del siglo XX”.
El director Salvador Garcini recordó su camino en paralelo al de López Tarso:
“Tuve la oportunidad de conocerlo en la película Los albañiles, tiempo después tuve la enorme oportunidad de dirigirlo en El rey Lear, una obra que tuvo 200 representaciones y con la que fue a provincia, Ignacio nos enseñó a hacer teatro y que la cultura se reparte, que la cultura es para todos”.
El actor no solo fue compañero de historias para otros actores, también un guía, como lo considera Sergio Corona: “Siempre tuvimos una relación de amigos, pero también de profesión, en su momento me nombró Secretario del Trabajo en la ANDA, acepté y esos cuatro años fueron de total aprendizaje dentro de un sindicato, gracias por eso Ignacio”, dijo.
Bellas Artes estuvo abierto para el público e invitados especiales que se reunieron para despedir al actor. Por cerca de una hora, familiares y amigos dedicaron palabras para recordarlo y montaron guardias al pie del féretro; el homenaje cerró en punto de las 20 horas con música del mariachi del Ballet Folclórico de México, con el corrido “Valentín de la sierra” y “El son de la negra”.
Horas antes, el actor fue velado al sur de la Ciudad de México. Al mediodía, familiares y amigos se dieron cita en la funeraria García López para despedir a quien consideran uno de los más grandes exponentes de la actuación.
“El señor López Tarso es mundial, de verdad se nos fue el grande, su historia debe estar presente para los jóvenes, él hizo Shakespeare en Bellas Artes y no le importó hacer una telenovela después, porque era un actor casado con su carrera, con un sentido del humor extraordinario. Tuve la suerte de hacer mi segunda película con él y le aprendí mucho, nos deja un gran legado”, dijo Ana Martin, a su arribo al funeral.
“La mejor experiencia que tuve con él fue en teatro, con El padre, casi un año de funciones, le aprendí de todo, sobre todo a disfrutar el proceso, era muy bromista”, dijo la actriz.
Información: Milenio.