Un diplomático norcoreano advirtió que si EE.UU. sigue adelante con el despligue periódico de activos estratégicos en la península y su plan de celebrar grandes maniobras militares con Corea del Sur en marzo Pionyang podría considerar estas acciones como una “declaración de guerra”.
“La única forma de evitar el círculo vicioso de la escalada de la tensión militar en la península de Corea y la región circundante es a través de acciones claras”, indicó en un texto publicado hoy viernes por la agencia estatal KCNA el director general de asuntos estadounidenses de la cancillería norcoreana, Kwon Jong-gun.
Estas acciones consisten en que “EE.UU. abandone su compromiso de desplegar activos estratégicos en Corea del Sur (la llamada “disuasión extendida”) y suspenda todo tipo de ejercicios conjuntos contra la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del Norte)”, añadió.
“Hay que entender que si EE.UU. continúa con sus prácticas hostiles y provocadoras contra la República Popular Democrática de Corea a pesar de nuestras repetidas protestas y advertencias, esto podría considerarse como una declaración de guerra contra la RPDC”, subraya Kwon.
El diplomático condena en el escrito el que Washington haya traído esta semana ante el Consejo de Seguridad de la ONU el lanzamiento, efectuado el pasado sábado por el régimen, de un misil balístico intercontinental (ICBM) que cayó en aguas de la Zona Económica Especial (ZEE) de Japón.
Kwon insistió en que este tipo de ensayos constituyen el “derecho legítimo a la autodefensa de un estado soberano” y que el órgano está ignorando actos que “incrementan la tensión militar como el despliegue de activos estratégicos y los ejercicios militares conjuntos a gran escala EE.UU. y Corea del Sur“.
También dijo que la visita realizada esta semana por militares surcoreanos a una base de EE.UU de submarinos equipados con misiles nucleares o el ejercicio teórico que simulaba un ataque atómico norcoreano realizado por ambos países hace dos días (que califica de “demostración de guerra nuclear contra nosotros”) “muestra hasta dónde han llegado sus intenciones de confrontación”.
La península vive un nivel histórico de tensión después de un 2022 en el que Pionyang realizó un número récord de pruebas de armas y en el que los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar temporalmente activos estratégicos estadounidenses en el sur de la península.
Pionyang, que hoy anunció haber disparado misiles de crucero el jueves (su tercer lanzamiento en los últimos seis días), prometió la semana pasada dar una respuesta “sin precedentes” a las grandes maniobras que Seúl y Washington planean realizar en marzo.
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