CDMX.- A Rafael Nadal le desahuciaron la carrera desde 2005 que apareció el mal congénito que le hace vivir con dolor, desde entonces han pasado 17 años, mismos en los que el de Manacor se convirtió en el máximo ganador de Grand Slam y el más regular de todos los tiempos, pues recién cumplió 900 semanas en el top 10 de la ATP, aún así no deja de rondar la pregunta: ¿para cuándo el retiro?.
La recién despedida de Roger Federer avivó dicho cuestionamiento y justamente ante la duda, fue el mismo Rafa quien aseguró que aúnno está en sus planes, y aunque es consciente que cada día qué pasa está más cerca, el retiro no es algo que siquiera ronde por su cabeza.
“En cuanto a mi retirada, no la visualizo por un simple hecho, porque no soy muy de intentar adivinar, predecir o preparar el futuro, porque las cosas cambian muy rápido, ¿no? Sé que ese momento está más cerca que el año pasado, sin ninguna duda, y que hace dos. Eso es pura lógica. Pero al final es una cosa que cuando tenga que pasar, pasará. Me gustaría que fuera en una pista de tenis, eso sí”, dijo en entrevista con Marca.
Al decir en una pista, Rafa fue cuestionado sobre el escenario, ¿Tal vez en París 2024? A lo que inmediatamente respondió con otra evasiva, pues el retiro no está en sus planes.
“Pues no lo sé. De verdad que es que no la visualizo. Además hay otro tema y es que cuando empiezas a pensar mucho en la retirada ya estás entrando en esa dinámica y yo no estoy en ese punto”, dijo.
Parte del gran momento que Rafael Nadal vive en su carrera se debe al nuevo tratamiento de radiofrecuencia, el cual no solamente le permite jugar, también le ha cambiado la vida.
“La verdad es que lo he hecho muchas veces después de Wimbledon porque la lesión es incurable y cuando el nervio empieza a doler hay que volver a hacerlo. Tengo que dar las gracias a Mario, mi anestesista habitual en Barcelona, y al doctor Ángel Ruiz-Cotorro, que fueron los que me pusieron en contacto con David Abejón, especialista en la Unidad del Dolor, para iniciar un tratamiento que me ha cambiado drásticamente ya no mi carrera, que al final es secundaria, sino mi vida personal. Ahora soy mucho más feliz, más allá de ganar o perder en la pista, porque yo era un cojo. Jugaba al tenis con muchísimos antiinflamatorios pero yo iba cojo todo el día. Pensaba que tenía que dejar el tenis porque había perdido mi vitalidad y era una persona triste la mayoría de días”, dijo a Marca.
Dicho tratamiento le permitió este 2022 jugar prácticamente todos los Grand Slam, aunque en el camino se atravesaron otras lesiones en el abdomen, aún así, el de Manacor terminó él año como número dos del mundo.
Con información de Esto