Un grupo multitudinario integrado, entre otros, por Amnistía Internacional y la organización Human Rights Watch se pronunció en el momento en que la Copa del Mundo entra en su recta final en Doha. El grupo señala que los planes anunciados por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, de crear un fondo de legado que “ayude a las personas más necesitadas de todo el mundo” incumplen las obligaciones de la FIFA y socavan las garantías hechas antes del torneo.
El grupo pidió al organismo rector del futbol que cambiara su rumbo y ayudara a las víctimas utilizara parte de los 7 mil 500 millones de dólares de ingresos generados por la celebración de la Copa del Mundo en Qatar para ofrecer indemnizaciones.
“La FIFA aún puede hacer lo correcto destinando el fondo de legado a los trabajadores y sus familias, apoyando un centro de trabajadores genuinamente independiente y colaborando con Qatar para garantizar que todos los trabajadores pueden acceder a la indemnización que merecen”, señaló Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
“Al cambiar de rumbo, la FIFA podría marcar una diferencia perdurable en las vidas de los verdaderos héroes detrás de este Mundial. Negarse a hacerlo sería una terrible acusación sobre su compromiso con los derechos de los trabajadores.”
En 2017, la FIFA publicó su primera política de derechos humanos tras las críticas recibidas por la decisión de conceder a Qatar la organización del Mundial. En su punto central figuraba el compromiso de proteger los derechos humanos y remediar los fallos cuando se produjeran, conforme a los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Hasta la fecha, sin embargo, la FIFA no ha hecho ninguna promesa expresa de indemnizar a los trabajadores que resultaron heridos o muertos durante los años de construcción previos a la Copa del Mundo. Un Fondo de Apoyo y Seguro para los Trabajadores gestionado por el gobierno de Qatar afirma haber pagado 350 millones de dólares a los trabajadores, pero las pruebas públicas sugieren que hasta el momento ha sido utilizado para reembolsar a los trabajadores a los que les han robado sus salarios. Las obligaciones de la FIFA trascienden cualquier acción gubernamental.
Las ONG y las organizaciones benéficas, así como las asociaciones europeas de futbol, que esperaban obtener algún tipo de compromiso de legado, mantuvieron extensas reuniones con la FIFA antes del torneo y se sintieron alentadas, pero se vieron sorprendidas por una serie de vagos compromisos en el extraño discurso de Infantino con el que se inauguró el torneo el mes pasado. Las fuentes indican que no se han mantenido más reuniones desde entonces.
“La FIFA ha hecho caso omiso de las auténticas demandas de indemnización para los trabajadores migrantes, incluidas las de la industria del futbol, y ha ignorado las pruebas de abusos generalizados no indemnizados y las insuficiencias de los actuales sistemas de indemnización en Qatar”.
Se contactó a la FIFA para obtener sus comentarios. Anteriormente, la FIFA indicó que publicaría los detalles de las finanzas del fondo del legado una vez finalizado el Mundial, “en consonancia con los torneos anteriores”.