Este martes pasó de ser noches mágicas de Champions a ser horrorosa para el Barcelona, que en ningún momento del juego pudo sentirse cómodo en la cancha del Giuseppe Meazza y salió derrotado en su visita al Inter de Milán.
Un duelo un poco cortado favoreció completamente al conjunto italiano, que a pesar de que brinó la posesión del balón a los catalanes, estos no supieron qué hacer con el mismo y que al final les costó los tres puntos.
Las imprecisiones en Barcelona fueron evidentes y ni con Robert Lewandowski, Raphinha o Dembélé, el equipo blaugrana pudo generar muchas ocasiones claras de gol durante el primer tiempo.
Sin embargo, el Inter encontró la anotación en la compensación gracias a Hakan Çalhanoğlu. El futbolista turco tomó el balón afuera del área grande y con un tiro de media distancia venció a ter Stegen para así acabar la primera parte.
Para la segunda mitad la realidad azulgrana fue muy similar. El equipo culé nunca encontró muchos espacios ni oportunidades importantes.
Cuando parecía que podrían emparejar las cosas, una mano impidió que Pedri siguiera celebrando el que parecía un empate vital.
El árbitro acudió al VAR y al ver una mano de Ansu Fati, decidió anular el gol que había puesto la paridad en el electrónico.
El tiempo siguió avanzando, Barcelona se fue desanimando y así dejaron ir tres puntos más en la Champions, dejando en tercer lugar a al equipo dirigido por Xavi Hernández.
Con información de Esto