CDMX.- Sin el mexicano Andrés Guardado, el Betis remontó y se impuso 2-1 en casa ante el Girona en duelo de la jornada 6 de LaLiga de España.
A los 29 años de edad y por primera vez en su carrera profesional, Borja Iglesias recibió este viernes la llamada de la Selección Española. Luis Enrique quiso premiar así el gran momento de juego del delantero gallego, que desde hace casi dos años convierte en gol todo lo que toca. Y para darle la razón al seleccionador asturiano, el ‘Panda’ solventó esta tarde con un doblete un partido que al Betis se le había puesto cuesta arriba desde el principio ante un Girona que dejó una gran imagen en el Benito Villamarín.
Los verdiblancos, con cinco victorias en las seis primeras jornadas de Liga, certifican el que ya es el mejor arranque de su historia en Primera división y se marchan a la fecha FIFA de los próximos días instalados cómodamente en los puestos de Champions League de la clasificación, un sueño al comienzo de curso que con el paso de las semanas ha empezado a convertirse en un objetivo ambicioso que pondría fin a los problemas económicos del club.
El Girona sorprendió desde el principio
Había empezado bien el partido para el Betis, dominando el juego, encerrando al Girona en su área y generando un par de llegadas peligrosas que no encontraron rematador. Pero la primera vez que los de Míchel lograron dar varios pases seguidos y adentrarse en campo rival, lograron silenciar el siempre bullicioso Benito Villamarín. Miguel Gutiérrez renunció a la banda para buscar una acción por dentro, Taty Castellano arrastró a Luiz Felipe en su desmarque y, habilitado por el italo-brasileño, Arnau, llegando por el otro costado, recibió un regalo en el área que no desperdició batiendo con facilidad a Rui Silva.
El gol pareció dejar un poco aturdido al equipo de Pellegrini, pero nada más lejos de la realidad. Casi de inmediato, Borja Iglesias, en el mejor momento de su carrera, dio continuidad a una jugada con un brillante taconazo para dejar a Rodri uno contra uno ante Bernardo. El extremeño recortó hacia dentro, el central tocó el balón, pero cuando el canterano bético se llevaba el rebote para plantarse solo ante Juan Carlos fue sujetado dentro del área. Penalti que lanzó el Panda para empatar, continuando con su racha infalible desde los 11 metros (14 de 14).
A Míchel, técnico del Girona, no le gustó la decisión arbitral y protestó durante algunos minutos. Y cuando parecía que las cosas se habían calmado, el colegiado madrileño Ortiz Arias sorprendió dirigiéndose al banquillo visitante para mostrarle la tarjeta roja directa. Una expulsión a la que su equipo reaccionó con una de sus mejores jugadas del primer tiempo. Llevó el balón a línea de fondo por la banda izquierda, de nuevo con Miguel Gutiérrez con protagonista, y generó una clarísima ocasión para volver a marcar que Reinier, con un remate de cabeza flojo y centrado, no supo aprovechar.
Los últimos minutos del primer tiempo fueron un quiero y no puedo para el Betis. Empujados por su público, los verdiblancos adelantaron las líneas de presión y comenzaron a jugar constantemente en campo rival. Pero su única llegada peligrosa, un centro de Canales desde la derecha que tocó en la cabeza de un defensa, no supo finalizarlo Luiz Henrique con todo a favor. Empate justo al descanso ante un Girona que, si bien sufría en defensa con la movilidad de los atacantes béticos y la profundidad de sus laterales, asomaba las garras arriba las ocas veces que lograba acercarse al área de Rui Silva.
El Panda, otra vez decisivo
Tras el paso por los vestuarios, el partido continuó en la misma dinámica, con un Betis dominador que no encontraba la manera de hacerle daño al conjunto catalán, y un Girona bien cerrado atrás, pero que cuando llegaba arriba, hacía mucho daño. Como en una sensacional acción del Taty Castellanos por la derecha recibiendo de espaldas, girándose y asistiendo al brasileño Reinier, cuyo remate ‘mordido’ con la zurda se estrelló en el poste derecho de la portería verdiblanca. Una acción que puso en alerta a Pellegrini, moviendo rápidamente el banquillo para dar entrada a Ruibal en lugar de un desacertado Montoya, muy falto de ritmo.
Justo antes del cambio, Rui Silva tuvo que lanzarse a los pies del Taty para evitar un gol que Riquelme tuvo también en sus botas, en la continuación de la jugada, en un balón suelto en el área que mandó por encima del larguero. Y tras la sustitución, otra más para los catalanes: gran pelea de Castellanos contra los centrales y pase medido a Miguel Gutiérrez, cuyo remate de primeras con la zurda, dentro del área, se marchó fuera por muy poco. El Betis no estaba y el Ingeniero buscaba soluciones poco habituales en su libreta, como dar entrada a Willian José sustituyendo a Luiz Henrique y jugar con dos delanteros.
El Girona veía opciones de ganar y decidió mover el banquillo poniendo sobre el césped a Manu Vallejo y Samu Saiz. Y este último, en su primera intervención, se equivocó convirtiendo un pase atrás a su defensa a una asistencia involuntaria para dejar a Borja Iglesias solo ante Juan Carlos. El Panda, tocado desde hace tiempo por una varita mágica, arrancó con potencia hacia el área y con una facilidad pasmosa batió por bajo con la zurda al guardameta del conjunto gerundense para poner el 2-1 en el marcador.
Tras el gol, y con varias sustituciones en los dos equipos, el Betis sacó a relucir la versión sólida y fiable que ha mostrado ya en varios partidos en este arranque de curso, cerrando espacios en defensa y buscando las contras con velocidad. Como la que lanzaron Rodri y William Carvalho para que Willian José lanzara un potentísimo remate por encima del larguero. Y cuando el partido agonizaba, llegó el susto para los de Pellegrini. Gol de cabeza de Manu Vallejo… anulado por fuera de juego. Tres puntos más para un equipo que no ganaba los cuatro partidos primeros de Liga en su estadio desde hace más de 20 años.
Con información de Marca