CANCÚN.- Los Tigres de Quintana Roo se llevan el segundo juego en la serie de la Guerra Civil 4-1, pese a que la lluvia sigue sin perdonar en la capital, una gran actuación del pitcher dominicano Pedro Fernández y los que vinieron desde el bull-pen, incapacitaron a la ofensiva de los Diablos.
Por segundo día el estadio Alfredo Harp Helú recibió una excepcional entrada, un gran ambiente se vivió desde fuera del estadio, donde la gente se reunió sin importar la Guerra de Guerras que estaba por disputarse dentro del diamante.
Para los Diablos Rojos del México apareció como abridor el nipón Rintaro Hirama, que tuvo una buena primera entrada para irse en blanco; por parte de los Tigres se subió a la ‘lomita’ Pedro Fernández, que tampoco vio rayas en el marcador.
Ya en la parte alta del tercer inning, el asiático se vio superado por los bateadores de los de Quintana Roo; primero, Ramón Bramasco impulsó a Manuel Orduño, para después ser impulsado él por Tito Polo, que consiguió también llegar a home gracias a Alejandro Robles, yéndose arriba 3-0.
Mientras Pedro se mantuco despachando a los Escarlatas, Hirama concedíó una carrera más, tras un imparable de Dennicher Carrasco, que impulsó a Olmo Rosario, para poner el 4-0 en la parte alta del cuarto rollo, lo que provocó que fuera remplazado desde el bull-pen por Arturo López.
La única carrera que concedió en el juego el pitcher de Puerto Plata, fue cuando el ‘Gigante de Mulegé’, Japhet Amador conectó un hit, para que Moisés Gutiérrez llegara a home en la parte baja del cuarto inning.
Alex Robles luciendo en la segunda base 🔥🐯⚾ pic.twitter.com/s2TMoJlAwU
— Tigres de Quintana Roo 🐯 (@tigresqroficial) July 3, 2022
El marcador nada más siguió sin moverse a favor de los Tigres porque la tercera base de los Rojos, Emmanuel Ávila, salió en plan grande y no permitió imparables por esa zona del campo.
Ya para la séptima entrada comenzó una lluvia que arreció, hasta que hizo imposible que se siguiera jugando y en la parte baja se suspendió el partido, la gente se mantuvo leal desde sus trincheras por casi una hora hasta que fue posible continuar.
Cuando el juego parecía que estaba controlado por los Felinos con dos outs en la parte baja de la última entrada, los Pingos consiguieron tener la casa llena con su mejor bateador listo para arruinarles la fiesta, sin embargo, Wendell Floranus lanzó una alta, que Japhet Amador no conectó de buena manera y el juego terminó.
Con información de Récord