CDMX.- Dacuerdo a un reportaje de Univisión, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien se encuentra recluido desde julio del 2019 en una prisión de Colorado, en Estados Unidos se encuentra bajo estricta vigilancia.
Según dice Departamento de Justicia, esta cautela es a razón de la capacidad de influencia del preso: “Guzmán, el notorio ‘El Chapo’, es un preso como ningún otro… El alcance de los tentáculos de Guzmán fuera de la prisión hace que manejarlo sea una tarea excepcionalmente peligrosa y difícil”.
Así es que cada carta, llamada, mensaje Y visita familiar relacionada con “El Chapo” vigilada por el FBI, la DEA y el Servicio de Inmigración y Aduanas. De hecho, la Agencia Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) afirma que las 13 cartas que el ex narcotraficante ha enviado a sus seres queridos han sido leídas por las tres instituciones mencionadas previamente.
Esta información se conoció por primera vez después de que Joaquín Guzmán impusiera una querella contra los funcionarios del gobierno federal por sus condiciones de encarcelamiento.
Univisión da a conocer que las cartas que recibe el recluso deben ser máximo de tres hojas por ambos lados y son leídas previamente por agentes federales. El SAM, que son las normas del régimen para terroristas convictos, establece que cada carta enviada o recibida por “El Chapo” debe ser traducida al inglés en un plazo máximo de 60 días para que sean revisadas por funcionarios del FBI, la DEA y el Servicio de Inmigración y Aduanas.
Las llamadas, estas son escuchadas en tiempo real por un intérprete que transmite la información simultáneamente a agentes de las tres instituciones, por ello el preso debe advertir con 14 días de antelación cada vez que le van a hacer una llamada. Posteriormente las llamadas son grabas y transcritas para un análisis más profundo.
Asimismo, las visitas que recibe el capo solo pueden ser realizada por adultos, no puede haber contacto físico y son monitoreadas en vivo por agentes federales.
Además, Guzmán tiene prohibido hablar o compartir celda con otros reos, a no ser que dichas interacciones se den en unos horarios establecidos. Tampoco puede tener contacto alguno con los medios de comunicación.
En febrero, el BOP envió a Guzmán un documento en el que afirmaba que varios organismos estatales, entre ellos la DEA, el FBI y la ICE habían solicitado a un tribunal la autorización para que el ex jefe del Cartel de Sinaloa siguiera vigilado bajo las fuertes normas del SAMs durante un año más.
“Dado su estatus de liderazgo, sus tendencias violentas demostradas hacia cualquier amenaza para usted y su organización, y su historial de fugas de prisiones de máxima seguridad, el Distrito Este de Nueva York cree que, en ausencia de las reglas SAMs, sus comunicaciones o contactos sin restricciones con otras personas representan un riesgo sustancial de muerte o lesiones graves para la comunidad”, informa Univisión.
El pasado 17 de julio del 2019, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue condenado a cadena perpetua por la justicia de los Estados Unidos. El líder del cártel de Sinaloa fue internado en la cárcel ADX Florence, en Colorado, ubicada en una zona montañosa de Estados Unidos.
ADX Florence está ubicada en un complejo de prisiones en una zona remota a unos 185 kilómetros al sur de Denver, es apodada la “Alcatraz de las montañas”, en total son 490 celdas individuales y es considerada una de las cárceles más segura del mundo, y nningún preso se ha fugado desde su fundación, en 1994.
La celda donde está Guzmán Loera está diseñada para no tener ningún contacto entre los prisioneros, la cama es una colchoneta delgada y una sábana, una lámpara, una ventana de 1,2 m x 10 cm, televisión en blanco y negro, donde solo pasan programas de tipo educativo y religioso, inodoro y ducha de acero inoxidable.
Con información de Vanguardia