EU.- El resultado era lo de menos, pero por tratarse de un rival a modo o eso aparentaba, la gente que asistió al Camping World esperaba una cascada de goles, la realidad fue distinta, los jóvenes mexicanos no tuvieron tiempo para entenderse y pocos destacaron. La nueva generación empató 0-0 con Guatemala, la sensación con la que se quedaron los aficionados fue agridulce, no hubo goles, Marcelo Flores no jugó de inicio y las emociones fueron contadas.
Gerardo Martino tomó el juego como laboratorio, observar a nuevos futbolistas, iniciar su preparación para la Copa del Mundo y cumplir con el compromiso comercial. El Tata no viajó a Orlando por problemas de salud, pero a distancia dejó todo listo y en el entretiempo se comunicó con Jorge Theiler.
La alineación fue inédita, algunos seleccionados como Alejandro Zendejas y Luis Chávez realizaron su debut con el Tricolor, mientras que otros como Santiago Giménez, Sebastián Córdova, Kevin Álvarez y Carlos Acevedo tienen pocos minutos con la selección absoluta. El juego era la oportunidad para mostrarse, llenarle el ojo a Martino y ponerlo a pensar si alguno tiene opciones de ir a Qatar.
Roberto Alvarado fue el elemento con más experiencia en el campo, sin embargo, desaprovechó sus minutos, el Piojo pocas veces se atrevió a encarar, las chances se le escapan.
México no registró tiros a la portería en el primer tiempo, lo más peligroso fue un remate con la cabeza de Alejandro Zendejas. El Tricolor expuso a través de sus redes sociales que el equipo dio 296 pases y tuvieron el 93% de precisión, pero de poco les sirvió. Nicholas Hagen no se tuvo que lanzar para detener tiros.
El ingreso de Marcelo Flores provocó que la gente se parara de sus asientos, el jugador del Arsenal es joven y tiene los reflectores encima, Marcelo pidió el balón, intentó gambetear, los balones lo siguieron, pero poco pudo generar enfrente.
El juego se enlodó y luego de la cascada de cambios el desorden imperó. Lo más destacado fue el debut de jugadores como Arturo Ortiz y Jonathan Gómez.
México apretó, los tiros de esquina se multiplicaron, pero los remates a la portería fueron nulos.
El tiempo siguió su marcha, la gente que abarrotó el Camping World esperó por una anotación para desquitar los dólares que gastaron, pero ese gol nunca llegó. El experimento falló.
Con información de Esto