La agencia Reuters señala que la farmacéutica mexicana Landsteiner Scientific acordó la compra, según el fondo de riqueza soberana de Rusia
El fondo de riqueza soberana de Rusia confirmó el miércoles que firmó un acuerdo para exportar 32 millones de dosis de su vacuna “Sputnik-V” contra el coronavirus a la farmacéutica mexicana Landsteiner Scientific.
La entrega de la vacuna a México comenzará en noviembre, siempre que obtenga la aprobación de los reguladores mexicanos, dijo el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) en un comunicado.
La revista científica The Lancet publicó el pasado viernes un estudio preliminar sobre una vacuna rusa que mostró que permite desarrollar una respuesta inmunitaria sin efectos indeseables graves.
Según The Lancet la vacuna, denominada “Sputnik V” y anunciada con bombos y platillos por el Kremlin, fue aplicada a 76 voluntarios y generó “anticuerpos neutralizantes” del covid-19. Empero el artículo indica que aún se precisan “ensayos de gran envergadura”.
Este será el objetivo del ensayo de la fase 3, que incluirá 40,000 participantes, explicaron.
La “Sputnik V” consta en realidad de dos vacunas, administradas en sendas inyecciones a tres semanas de intervalo, detalló el estudio publicado en The Lancet.
Se trata de una vacuna de “vector viral”: utiliza dos adenovirus humanos -familia de virus muy común, responsables sobre todo de los resfriados-, que son transformados para agregar el virus SARS-CoV-2, causante del covid-19.
Cuando el adenovirus modificado penetra en las células de la persona vacunada, esta fabrica una proteína típica del SARS-CoV-2, enseñando así a su sistema inmunitario a reconocerlo y combatirlo, explica el autor principal del artículo, Denis Logounov, del Instituto Gamaleïa.
La publicación se basa en dos pequeños estudios conducidos entre un total de 76 adultos voluntarios, entre 18 y 60 años, en buen estado de salud. Fueron realizados entre el 18 de junio y el 3 de agosto por investigadores de los ministerios rusos de Sanidad y Defensa y financiados por el primero.
Ambos concluyeron que ninguno de los dos componentes de la vacuna provocó “efectos indeseables graves” y que su administración sucesiva “generó la producción de anticuerpos” en todos los participantes, incluidos “anticuerpos neutralizantes” del covid-19.