HIDALGO.- Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la región de Tula, Hidalgo, descubrieron un entierro humano de sexo femenino acompañado de una ofrenda compuesta por vasijas, un punzón de hueso y un caparazón de tortuga que pudieran datar del año 900 al 1100 d.C.
El hallazgo ocurrió mientras la Comisión Federal de Electricidad realizaba unas excavaciones para introducir cableado subterráneo en un área comercial de la colonia El Salitre.
“Nos trasladamos y nos percatamos de que efectivamente aquí bueno se había descubierto parte de un cráneo, el cráneo se veía que estaba completo y bueno al momento en que decidimos nosotros explorarlo nos percatamos que también tenía pues algunas vasijas asociadas a él… por debajo de los drenajes afortunadamente fue donde localizamos nosotros pues este cráneo humano que nos llevó pues a lo que es un entierro humano“, informó el antropólogo, Yahir Juárez.
Debajo de las bardas y drenajes modernos se identificó una serie de construcciones prehispánicas representativas de zonas residenciales de la época Tolteca, ambos hallazgos permiten obtener datos sobre el modo de vida e interacciones con otras culturas que quedaron registrados para su estudio, incluso el hallazgo de nuevos entierros.
“Si hablamos de un personaje que vivió en la época del 900 estamos hablando de que vivió aquí en Tula el ecosistema y la biodiversidad era muy rico, entonces eso hacía que el acceso a los alimentos era más rico para las personas y si esta persona era de un alto rango pues sí, si tendría ciertas, una dieta más avanzada”, dijo el antropólogo Juárez.
Para ser analizados con mayor detalle, los restos humanos y los objetos de cerámica fueron trasladados a la zona arqueológica de Tula, donde un equipo de investigadores comenzó a generar hipótesis basadas en las características distintivas tanto de los huesos como de los elementos que lo acompañaban.
“Podemos hablar de un personaje y sobre todo ahorita pues un personaje femenino que si lo logramos descubrir pues podemos más adelante hacer una reconstrucción facial, una aproximación de cómo esta persona vivió en Tula, cómo se vestía”, informó Luis Manuel Gamboa, arqueólogo investigador del INAH de Hidalgo.
Durante el florecimiento de la cultura Tolteca, la ciudad de Tula abarcó un territorio de hasta 18 kilómetros cuadrados, con una población estimada de 80 mil habitantes.
En los límites de la ciudad había barrios y áreas de talleres artesanales en donde se producían vasijas, esculturas, entre otros objetos; justo en esos talleres se ubicaban las zonas residenciales por lo que se presume, no sea el único entierro que exista en la región.
Con información de Noticieros Televisa