En las ruinas de un anfiteatro de la base de Mazzeh, suroeste de Damasco, Riad Halak recuerda las torturas que sufrió mientras busca pruebas de su detención en lo que fue la sede del poderoso servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea siria.
Días después de la caída del presidente Bashar al Asad, derrocado por una coalición rebelde, al cabo de 13 años de una guerra civil devastadora, Halak recorre ese siniestro lugar donde estuvo detenido un mes.
Al inicio de la movilización popular de 2011, que precedió la guerra civil, el padre de tres hijos y sastre de profesión fue detenido cuando asistía al funeral de unos manifestantes abatidos por las fuerzas de seguridad gubernamentales.
TORTURA DURANTE UN MES
Halak cuenta que lo ataron y golpearon durante un mes en ese anfiteatro.
Luego lo trasladaron a otro centro donde estuvo dos meses y 13 días.
Si alguien se quejaba, nos decían que teníamos derecho a un trato de cinco estrellas y nos amenazaban con trasladarnos”, cuenta.
Un retrato de Bashar al Asad yace en el suelo junto al logo de los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea y un rollo de alambre de púas entre las hileras de los pupitres dañados.
Salía del aula sólo dos veces al día para ir al servicio en grupos de tres prisioneros y dormía contra las paredes heladas de hormigón, recuerda.
Los rebeldes que controlan la base le permitieron entrar para buscar pruebas con las que espera poder ayudar a otras familias a encontrar a sus desaparecidos.
Helicópteros Mi-24 continúan en los hangares del inmueble. Hay aviones de combate fuera de servicio.
De hecho, Israel atacó la base aérea esta semana argumentando que quería evitar que armas químicas cayeran en manos de los rebeldes.
Tras ser liberado, Halak fundó una familia y tuvo tres hijos.
Hoy, este hombre de aspecto prematuramente envejecido y barba gris pulcramente recortada, espera gozar de la libertad que no existía durante los 50 años en que gobernó la familia Al Asad en el país de Oriente Medio.
Halak busca nerviosamente pruebas de lo que sufrió y del destino de sus amigos y también, difícilmente, las palabras para expresar lo que siente.
Es difícil de decir. No tengo palabras, no puedo hablar”, expresa con tristeza.
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