El gobierno de China anunció su plan para capacitar a miles de oficiales de seguridad extranjeros, con el objetivo de que el orden mundial evolucione hacia un sistema “más justo, razonable y eficiente”, según afirmó Wang Xiaohong, ministro de Seguridad Pública. En un foro de seguridad global celebrado en Lianyungang, el lunes, Wang detalló que China enviará también consultores policiales a países que requieran asistencia para mejorar sus capacidades de aplicación de la ley.
El foro contó con la participación de representantes de 122 países y organizaciones internacionales, como Interpol, y es parte de los esfuerzos del Partido Comunista de China para consolidarse como un líder en temas de seguridad a nivel global. En 2022, el presidente chino Xi Jinping lanzó la Iniciativa de Seguridad Global (GSI), una estrategia que busca que China juegue un papel clave en la gobernanza de la seguridad mundial y en la promoción de la paz.
Wang no dio detalles específicos sobre los países que recibirán esta capacitación o las fechas de los entrenamientos, pero resaltó que el año pasado China ya había formado a 2 mil 700 agentes internacionales. Este esfuerzo forma parte de la intención de Beijing de fortalecer la cooperación en materia de seguridad con diversas regiones, especialmente África y el Indo-Pacífico, donde se han establecido acuerdos bilaterales para aumentar la vigilancia y la seguridad.
Un reciente anuncio del gobierno chino, realizado después de un foro China-África, señaló que se capacitará a mil agentes más en el continente africano para proteger tanto proyectos como personal cooperativo. Este programa ha generado preocupaciones entre algunos grupos de derechos humanos, que consideran que podría promover tácticas autoritarias similares a las empleadas por el Partido Comunista de China. Además, señalan que muchos de estos entrenamientos están diseñados para proteger los intereses comerciales chinos, en especial los relacionados con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
El concepto del GSI ha sido vinculado por Beijing con sus recientes intervenciones diplomáticas, como la mediación entre Irán y Arabia Saudita, así como con sus propuestas para poner fin al conflicto en Ucrania. Analistas interpretan esta iniciativa como un intento de China de redefinir el orden mundial, actualmente dominado por Estados Unidos.
En julio, el presidente de Timor Leste, José Ramos Horta, firmó un acuerdo de cooperación con Xi Jinping durante una visita a Beijing. Este acuerdo incluyó medidas para incrementar el intercambio entre las fuerzas policiales y militares de ambos países, además de mejorar las capacidades de los agentes a través de entrenamientos conjuntos y el intercambio de tecnología.
El GSI también ha fomentado la creación de oportunidades de capacitación en academias militares y policiales chinas. En 2022, Beijing anunció su intención de formar a 5 mil agentes en los próximos cinco años para enfrentar desafíos globales de seguridad. El anuncio de Wang Xiaohong esta semana sugiere que este número podría estar aumentando, aunque no está claro si los nuevos agentes formados en África están incluidos en esta cifra.
El creciente protagonismo de China en la capacitación de agentes de seguridad ha despertado la preocupación de potencias occidentales. Un acuerdo en 2022 con las Islas Salomón para colaborar en temas de seguridad causó alarma entre Estados Unidos y otros aliados del Pacífico, quienes temen que esta expansión pueda modificar el equilibrio de poder en la región.
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