CDMX.- El soplido de la medallista de oro Aurélie Aubert apagó el fuego y puso fin a los Juegos Paralímpicos de París 2024. Fue un momento especial en el Stade de France, siempre emotivo, aquel en el que la llama se extingue y comienza la cuenta regresiva para la próxima justa, que en este caso será en Los Ángeles 2028.
Fue una ceremonia de clausura repleta de emociones. Los paratletas desfilaron y disfrutaron una fiesta que suele ser para ellos. Cuando la tensión de las competencias desaparece y solo queda celebrar los milagros de la vida, el vivir sin límites, ni de cuerpo ni de mente.
Por parte de la delegación mexicana fue la para halterista Patricia Bárcenas la encargada de portar el lábaro patrio durante el desfile inicial. La paratleta celebró de esa manera sus séptimos Juegos Paralímpicos. Un momento especial y lleno de orgullo, como la representante que lleva la bandera la coloca en el centro del mundo. Así desfilaron las banderas de todos los países que hicieron posible esta justa.
“Queridos amantes de los Juegos, en la vida hay encuentros que nos tocan, encuentros que nos transforman y eso nos hace mejores personas. Los Juegos que hemos vivido juntos han sido sobre deporte y han sido sobre récords pero, sobre todo, ha sido una historia de encuentros. De esos encuentros extraordinarios que dejan una huella permanente”, dijo Tony Estanguet, durante su discurso en la ceremonia de clausura.
“Esto ha sido increíble. Innegable. Inolvidable. Y todo gracias a ustedes los deportistas. Se ha lanzado la revolución paralímpica y ahora no hay vuelta atrás”, comentó el máximo dirigente del Comité Organizador París 2024, que tuvo un agradecimiento a los espectadores, que “han sido sobre todo seguidores”.
Los Juegos Paralímpicos de París 2024 cerraron la justa con la misma espectacularidad que como comenzaron. “Ponemos punto y final a los Juegos Paralímpicos de París, que batieron récords con más países en competición, más mujeres y una cobertura más global que nunca. París ha establecido un punto de referencia para todos los Juegos Paralímpicos futuros”, dijo el brasileño Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional.
El directivo apuntó el legado que deben dejar los Juegos Paralímpicos. “Qué legado paralímpico sería éste, no sólo para estos atletas, sino para los 1.300 millones de personas con discapacidad del mundo a quienes representan. Más allá de los doce días de deporte, debemos derribar las barreras que existen en la sociedad. Debemos permitir y empoderar a las personas con discapacidad para que destaquen fuera del terreno de juego, en la educación, en el empleo, en el entretenimiento, en el gobierno, en la sociedad civil. En todas partes”, apuntó.
Como suele ocurrir en estas ceremonias, el cambio de estafeta colocó a Los Ángeles 2028 como el centro de las miradas. De pronto, la bandera de los Juegos Paralímpicos cambió de manos y los bellos paisajes de la capital francesa dieron paso a las playas californianas y a los épicos atardeceres. La tradicional música parisina también mutó a los pegajosos ritmos de Anderson .Paak.