La Defensa Civil de la Franja de Gaza afirmó este jueves que encontró cerca de 60 cadáveres bajo los escombros del barrio de Shujaiya, en el este de Ciudad de Gaza, después de que el ejército israelí concluyera una feroz ofensiva en la zona.
Tras más de nueve meses de guerra entre Israel y Hamás, el jueves se mantuvieron nuevas conversaciones en Catar, país mediador junto con Estados Unidos y Egipto, para intentar lograr un alto el fuego y la liberación de los rehenes todavía en manos del movimiento islamista palestino.
El ejército israelí anunció el miércoles por la noche haber completado las operaciones que lanzó el 27 de junio en Shujaiya, en el norte de la Franja, que permitieron destruir “ocho túneles” y eliminar a “decenas de terroristas”.
Mohamad Nairi, un habitante de Shujaiya, regresó a su barrio en ruinas y afirmó que la inmensa destrucción supera “todo lo que se puede describir”.
Tras la retirada de las fuerzas israelíes, la Defensa Civil del territorio palestino afirmó que “unos sesenta” cadáveres fueron encontrados bajo los escombros.
El ejército israelí ordenó el miércoles la evacuación de Ciudad de Gaza y advirtió que la localidad sigue siendo “una peligrosa zona de combate”.
El jueves anunció que continúa sus operaciones en el centro de la ciudad contra combatientes “en el cuartel general de la UNRWA”, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos.
También se registraron combates en el sur de la ciudad y bombardeos en el oeste, según el ejército israelí.
Edificios inhabitables
Ahora, “el 85 por ciento de los edificios [del barrio] son inhabitables”, sin contar todas las infraestructuras que fueron “demolidas”, declaró en un comunicado el portavoz de la Defensa Civil, Mahmud Basal.
El ejército israelí también indicó el jueves que prosigue sus operaciones en la zona de Rafah, ciudad del extremo sur fronteriza con Egipto, donde sus tropas habían “eliminado a decenas de terroristas”, entre ellos Hasan Abu Kuik, descrito como un jefe de seguridad de Hamás.
Cuatro personas, entre ellas un niño, murieron en ataques israelíes en el barrio de Tal al Sultan, en el oeste de la ciudad, según el hospital Naser.
En el centro de la Franja, un bombardeo israelí contra el campo de refugiados de Nuseirat mató a otras cuatro personas, según el Ministerio de Salud.
La situación humanitaria sigue siendo desastrosa, y la ONU e Israel se acusan mutuamente del bloqueo de las entregas de ayuda.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a mil 195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en Gaza que ya mató a 38.345 personas, también civiles en su mayor parte, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.
El ejército israelí reconoció el jueves en un informe su “fracaso” en la defensa del kibutz Beeri durante el ataque de Hamás el 7 de octubre.
La investigación “ilustra claramente la magnitud del fracaso y del desastre que sufrieron los habitantes del sur, que defendieron a sus familias con sus cuerpos durante muchas horas mientras el ejército no estaba allí para protegerlos”, señaló el jefe del Estado Mayor.
Biden pide terminar “ya” la guerra
En el plano diplomático, los mediadores reanudaron sus esfuerzos para avanzar hacia una tregua.
En una rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN en Washington, el presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que se estaban realizando “progresos” para poner fin a la guerra.
Son temas difíciles y complejos. Aún quedan lagunas por cerrar. Estamos progresando. La tendencia es positiva, y estoy determinado a cerrar este acuerdo y poner fin a esta guerra, que debería terminar ya”, declaró a periodistas.
Un alto responsable de Hamás indicó el domingo que su movimiento ya no exige un alto el fuego permanente antes de iniciar negociaciones para liberar a los rehenes.
Y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró el miércoles su compromiso con un acuerdo de alto el fuego “siempre que se respeten las líneas rojas de Israel”.
El dirigente ha afirmado en varias ocasiones que no pondrá fin a la guerra hasta la destrucción de Hamás y la liberación de todos los rehenes.
El jueves, Netanyahu declaró que Israel exige conservar el control del corredor de Filadelfia, una zona de la Franja fronteriza con Egipto, que sus tropas tomaron en mayo, para impedir “el contrabando de armas”.
Hamás exige que el ejército israelí evacue esa zona.
El jefe del Mosad (los servicios de inteligencia israelíes), David Barnea, y el director de la CIA, William Burns, estuvieron en Doha para mantener conversaciones indirectas.
La oficina de Netanyahu anunció el jueves el regreso de la delegación israelí e indicó que otra encabezada por el jefe del Shin Bet, la agencia de seguridad interior, tiene previsto partir este jueves hacia El Cairo para “proseguir las conversaciones”.
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