El presidente Trump afirmó que hay una tremenda ira por el impeachment que buscan los demócratas, pero no quiere violencia
El presidente Donald Trump, presionado para que renuncie después de que sus seguidores asaltaron el Capitolio de Estados Unidos la semana pasada, afirmó que hay una tremenda ira por las medidas para acusarlo, pero que no quiere violencia.
“No quiero violencia”, dijo Trump a periodistas en su visita al muro fronterizo en Alamo, Texas, en la frontera con México.
En sus primeros comentarios a periodistas desde el 8 de diciembre, el mandatario no respondió a la pregunta de si renunciaría y criticó las medidas de los legisladores demócratas que buscan su destitución.
“Esta juicio está causando una tremenda ira, de verdad, y es realmente una cosa terrible lo que están haciendo”, dijo Trump, quien añadió que el intento de llevarlo a otro juicio político (impeachment), bajo el cargo de incitar a la insurrección por el ataque al Capitolio, es la continuación de una “caza de brujas” en su contra.
Trump se convertiría en el primer presidente de Estados Unidos en ser enjuiciado dos veces si la Cámara de Representantes vota a favor de los cargos el miércoles.
El presidente negó cualquier responsabilidad por el violento asedio de sus partidarios al Capitolio y dijo que sus comentarios fueron apropiados.
“Si leen mi discurso (…) lo que dije fue totalmente apropiado.
Última oportunidad a Trump
Los demócratas le darán al presidente Donald Trump una última oportunidad este martes para dejar el cargo días antes de que expire su mandato si no quiere enfrentar un segundo juicio político.
La Cámara de Representantes, bajo control demócrata, planea votar tan pronto como el miércoles los artículos del juicio político, a menos que Trump renuncie o el vicepresidente Mike Pence tome medidas para destituirle de acuerdo a una disposición de la Constitución.
La Cámara votará el martes una resolución en la que se pide a Pence que invoque la Vigésimoquinta Enmienda, una ley nunca antes usada que permite que una mayoría del gabinete despoje al presidente del poder si no puede llevar a cabo los deberes de su cargo. Los asesores de Pence dicen que se opone a la idea.
Con información de Forbes