CDMX.- Erling Haaland de nuevo se convirtió en el ‘Androide’ después de marcar su primer doblete de la temporada en la presente Champions League y gracias a ello, el Manchester City derrotó a Young Boys por marcador de 1-3 en su visita a Suiza.
El día goleador del noruego rompe una racha de cinco encuentros consecutivos sin marcar en la máxima competición continental.
Haaland no anotó ante el Real Madrid en las semifinales, ni ante el Inter en la gran final, como tampoco logró marcar en los dos primeros encuentros de la máxima competición continental de este curso ante el Leipzig y el Estrella Roja.
Una circunstancia que pareció pesar sobre el atacante noruego, que hizo bien todo, menos lo más importante para un “depredador” del área, marcar.
El primer tiempo estuvo marcado por las ocasiones falladas de Erling Haaland y las grandes atajadas de Anthony Racioppi, portero del Young Boys.
Toda esa buena inercia de los locales se rompió a los tres minutos de la segunda mitad en una acción en la que el central suizo del conjunto inglés, Manuel Akanji, no desaprovechó un balón rechazado por el larguero tras una nueva parada de Anthony Racioppi a un remate de cabeza de Ruben Dias para establecer el 0-1.
Un gol que parecía garantizar una plácida noche para los de Guardiola, que sin embargo, cuatro minutos después se vieron inmersos en un inesperado problema, tras ver como el congoleño Meschack Elia igualó (1-1) la contienda, tras resolver con una sensacional vaselina un fulgurante contragolpe.
Empate que propicio los mejores momentos del Young Boys que envalentonado por el tanto del empate, buscó como no había hecho hasta entonces la portería de un Manchester City incapaz de asimilar lo ocurrido en el partido.
Una perplejidad de la que se encargó de rescatar al equipo inglés el centrocampista español Rodri, víctima a los 65 minutos de un innecesario penalti de Mohamed Camara, que el noruego Erling Haaland se encargó de convertir en el momentáneo 1-2.
No fue el mejor lanzamiento de penalti, ya que el portero Anthony Racioppi pareció incluso tocar el balón, pero la potencia del remate hizo imposible que el balón no acabase en gol, acabando con la “sequía” goleadora del nórdico en la máxima competición continental.
Todo un alivio para Haaland, que pese a que volvió a resolver mal dos nuevas oportunidades que dispuso, a cuatro minutos para el final demostró el porque de su condición como uno de los mejores delanteros del mundo con un sensacional remate que significó el definitivo 1-3.
Con información de Fox Sports