CDMX.- En el primer día de la venta al público general de boletos para el Clásico Nacional entre América y Chivas, no hubo sorpresas. Como cada que las Águilas enfrentan un duelo de gran envergadura, la desorganización se hizo presente en las taquillas de Estadio Azteca.
En sus redes sociales, el equipo trece veces campeón de México anunció que las taquillas atenderían desde las 10 de la mañana de este miércoles. Sin embargo, varias personas se formaron desde las 8 de la mañana para intentar perder el menor tiempo posible. Pero su estrategia no funcionó.
Por alguna razón, alrededor de 60 personas ingresaron a la zona de las taquillas para recibir su boleto del Clásico Nacional. Solamente pocos salían tras recibirlo. Esto provocó que la fila se hiciera cada ve más grande. Algunos de los que se formaron a las 8 de la mañana, no habían podido obtener sus entradas a las 12 del medio día.
“Es culpa de los policías, están dejando que los revendedores y otros se cuelen. No puede ser que lleve cuatro horas formando y nadie sale de ahí. No sé si es que la directiva del América o del Estadio Azteca están coludidos. Es una mentada de madre”, explicaron un par de aficionados formados desde primera hora.
“Ya jefe, hágame paro, adentro esta mi vale”, comentaron algunos que intentaban convencer a los policías de la puerta de dejarlos pasar sin hacer fila, mientras otras personas decían tener el derecho por ser de mayor edad e inclusive una dama señaló su embarazo como motivo suficiente.
En cuanto la fila por fin comenzó a fluir cerca de la una de la tarde, lo policías dieron acceso a tres personas que no se formaron, lo que provocó que una mujer los enfrentara.
“¿Por qué los dejas pasar así? No es Justo, todos tenemos que hacer fila”, a lo que los oficiales le respondieron de manera sarcástica “¿acaso yo le di el ingreso? ¿Tú me viste?”, para después cambiar el discurso por “fue orden de un supervisor”.
Al cuestionarle a unos de los oficiales el porqué de la demora en el flujo de la gente, solamente respondió que “le van dando espacio conforme van ingresando, para que no se aglomere”, además de negar algún conato de bronca o que se colaran personas. Lo que fue evidente durante toda la mañana.
Al final, después de estar horas bajo el duro sol de la Ciudad de México y con la desorganización total en las taquillas, la mayoría de los aficionados pudieron salir con sus boletos en la mano, y con las ilusiones listas para ver una edición más del partido más importante del fut dol mexicano.
Con información de Esto